Todo aficionado rojiblanco que se precie tiene en la memoria el Miércoles 9 de mayo de 2012, el día en el que el Atlético de Madrid conquistó su segunda Europa League en Bucarest. Aquel histórico día, los colchoneros vencían al “hermano mayor”, el Athletic de Bilbao, por 3-0, en un gran partido de Radamel Falcao, autor de dos grandes goles, y culminado con otro gol de Diego Ribas. Han pasado cerca de cuatro meses, y el panorama es bien distinto.
Verano tranquilo en las oficinas del Calderón, y eso es extraño. Tras anunciar de una tacada las llegadas de Emre, Cata Díaz y Cristian Rodríguez, el Atlético no ha vuelto a mover pieza en el mercado estival, y sólo ha pagado un millón de euros por las incorporaciones realizadas, a diferencia del verano pasado, cuando el Atlético invirtió cerca de 75 millones de euros en reforzar su plantilla para convertirse en bicampeón de Europa League. La mayor atracción ha estado fijada en la puerta de salida del Calderón, y en dos figuras con nombre propio, y un puesto en común, la mediapunta.
Vuelven los laterales al esquema rojiblanco
En un ambiente raro por el horario polémico y de cautela por el discreto debut, el Atlético de Madrid ha preparado a conciencia el partido frente a los bilbaínos, con casi 8 días para trabajar la semana frenética que acecha al Atlético, con bilbaínos, Chelsea y Betis en tres partidos de gran exigencia. El empate en el debut ante el Levante no dejó contento a Simeone, que ha trabajado mucho la velocidad y la precisión en la circulación de pelota, algo de lo que careció el Atlético en el Ciutat de Valencia por la ausencia de uno de los habituales y de los importantes de los colchoneros, Mario Suárez.
El 4 no jugó ni un minuto en Valencia, y todo indica que podría ser de la partida en lugar de Tiago, pensando que el viernes espera el Chelsea y Simeone no va a negociar rotaciones con un partido ante un rival directo en liga, y una final europea en juego. Mario podría recuperar su sitio, al igual que Juanfran y Filipe Luis, que no pudieron estar frente a los granotas por sendas lesiones. El Atlético acusó la falta de profundidad por los costados sin sus laterales, dos armas afiladas en el equipo madrileño, y no desplegó el mejor de sus partidos en el tapete del recinto levantinista, dejando a Falcao aislado del juego del equipo.
Rumores por Diego Ribas. Oliver Torres se convierte en el nuevo niño mimado del Calderón
Y entre tanto, los rumores de la posible vuelta de Diego Ribas si se produjera alguna salida importante (como Raúl García o Diego Godín) en las próximas horas en el Atlético siguen presentes en el día a día de la entidad. Pero este verano, un canterano, abanderado del grupo de cuatro que se han convertido en habituales bajo el paraguas de Simeone cada sesión de trabajo en el Cerro del Espino; ha sido el verdadero protagonista a orillas del Manzanares. Un chico de 17 años de Navalmoral de La Mata, llamado Oliver Torres, al que ya pocas presentaciones caben hacer. El nuevo ojito derecho de la grada del Calderón, que le ha alzado prematuramente a los altares aún sin verlo jugar en directo. Tuvo la ocasión en el amistoso entre Atlético y Alianza de Lima en julio, pero pocos rojiblancos se acercaron aquella calurosa noche a ver en acción al nuevo Atlético.
La duda agrede a Simeone, que “no tiene prisa” por llevar al futbolista a la titularidad ni quemar etapas antes de lo debido, pero el debate está servido. ¿Está Oliver Torres , con 17 años, capacitado para llevar la manija de un aspirante a Champions League? ¿Es el metrónomo que ha esperado con ansia el Calderón cada año? El talento del extremeño ha quedado fuera de toda duda desde que ganara el Europeo sub 19 con España este verano, y se convirtiera en un fijo en la pretemporada colchonera, disputando minutos en casi todos los encuentros menos en el Teresa Herrera frente al Depor.
Oliver repite convocatoria en una lista de veinte futbolistas, tras su buen debut frente al Levante, que Simeone deberá reducir a dieciocho antes de la hora de inicio del partido. Como principal novedad en la lista, la aparición de Diego Costa, que ha estado todo el verano trabajando aparte e inactivo para poder curar bien sus lesiones y estar disponible lo antes posible para el cuadro técnico rojiblanco. El brasileño declaró estar contento por volver a una convocatoria y espera que “ojalá tenga la oportunidad de volver a jugar y darlo todo en el campo”. Los otros dieciocho convocados son Courtois, Asenjo, Godín, Filipe Luis, Juanfran, Miranda, Cata Díaz, Silvio, Mario Suárez, Tiago, Koke, Raúl García, Arda Turan, Cristian Rodríguez, Gabi, Emre, Adrián y Falcao. La nota negativa fue la fractura de clavícula de Kader en el último entrenamiento.
La gran duda para el argentino Simeone radica en el estado de forma de Adrián, fuera de forma tras su participación en los Juegos Olímpicos, y con continuas molestias físicas que le impiden completar a buen nivel las sesiones de trabajo con el grupo. El técnico medita darle la oportunidad al canterano Koke cerca de Falcao y por delante del doble pivote Mario - Gabi, en lugar del asturiano, con el turco Arda Turan y el "Cebolla" Rodríguez por los flancos del ataque colchonero. En la retaguardia, se estila el cuarteto defensivo habitual, si los problemas físicos de Filipe Luis y Juanfran no lo impiden.
Un Athletic sin Llorente ni Javi Martínez
Si en el Atlético el panorama es diferente al que hubo en Bucarest, en el Athletic de Bilbao el cambio es mucho más radical. La entidad bilbaína vive sumida en una crisis sin precedentes ante la posible marcha de los dos estandartes de la plantilla, Fernando Llorente y Javi Martínez. Las ofertas mareantes que provienen de Italia y Alemania respectivamente, y el cabreo de un sector de la afición athleticale con los jugadores, han hecho que ambos se perdiesen el debut frente al Betis y la ida de la ronda previa de Europa League frente al HJK Helksinki. Tampoco están en la lista de convocados que ofreció Marcelo Bielsa para el choque a orillas del Manzanares.
El argentino quiere proteger ante todo al grupo y deja al margen a las dos estrellas de la plantilla, a la espera de que resuelvan su futuro inmediato. Con las críticas arreciando contra su figura, y los rumores de una supuesta mala relación entre el patrón argentino y los dos futbolistas, lo que ha generado un gran desgaste entre la afición del Athletic del técnico rosarino, Bielsa confía en los demás futbolistas para mantener la línea de la notable temporada del año pasado, en la que se alcanzaron dos finales. Sin embargo el comienzo en liga no fue el mejor, tras caer 3-5 ante el Betis en un desastroso primer tiempo. La Europa League le devolvió el aire a los leones, con la goleada sobre los fineses, que ha sido tranquilizadora, pero no todo lo balsámica que debería para demostrar que sin Javi Martínez ni Llorente también están capacitados para rendir y ser competitivos.
Al igual que Simeone, el técnico de Rosario está obligado a descartar a dos hombres de su lista de veinte futbolistas, que conforman Iraizoz, Raúl, San Jose, Ekiza, Iraola, Xabi Castillo, Igor Martínez, Ramalho, Iturraspe, De Marcos, Gurpegui, Ander Herrera, Isma López, Ibai Gómez, Susaeta, Íñigo Pérez, Íñigo Ruíz de Galarreta, Toquero, Muniain y Aduriz. Se quedan fuera de la lista hombres importantes en defensa como Aurtenetxe, Ustaritz y Amorebieta, que se suman a David López en el centro del campo, con problemas físicos que les impiden viajar a Madrid.
Frente a frente, los mismos tópicos que ya encontramos en el encuentro liguero del año pasado y en la final europea de Bucarest. El duelo entre el hermano mayor bilbaíno y el hermano pequeño madrileño, la revancha bilbaína de la dolorosa derrota sufrida en Rumanía, el maestro Bielsa frente al antiguo pupilo, y alumno, el “Cholo” Simeone, los leones y su defensa a parar a un tigre voraz y hambriento de gol, el descaro del Athletic en ataque frente a la solidez defensiva del Atlético de Madrid desde la llegada de Simeone... Muchos alicientes para un clásico de nuestra liga, que hoy no contará con el brillo que ofrecían la calidad de Diego Ribas, como la elegancia del navarro Javi Martínez y la potencia por arriba, y de espaldas del riojano Llorente.
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