domingo, 15 de abril de 2012

El último gol del Arquero

Francisco Narváez Machón, “Kiko” para todos los aficionados al fútbol, fue conocidopor su elegancia con la pelota, y ese tremendo juego de espaldas, capaz de romper defensas con un desplante. Vallecas asistió el 17 de enero a 2001 al último gol del arquero con el Atlético.

El derbi madrileño entre Rayo Vallecano y Atlético de Madrid está lleno de partidos duros y disputados entre los dos clubes que viven a la sombra del todopoderoso Real Madrid. Pero si hay algún encuentro especial entre franjirrojos y rojiblancos, es sin duda el duelo de vuelta de la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey de 2001. Sin saberlo, las 16.000 personas que acudieron a aquel partido presenciaron, aparte de la clase de Roberto hecha asistencias, al último gol de un héroe venido a menos.



El héroe de un doblete mágico

Después de una mala campaña, en la que el Atlético de Madrid se salvó en la última jornada con un empate a 2 en el Sánchez Pizjuán, Jesús Gil concedió las riendas del equipo a Radomir Antic. El serbio, tras su paso por el Real Madrid y el Real Oviedo, ya era un técnico contrastado en España. “Rado” ya había ganado una Liga con el Madrid, y clasificó al Oviedo para la Copa de la UEFA.

En el Atlético, el técnico serbio tuvo libertad para confeccionar el equipo que quiso. Llegaron Pantic, Penev, Santi, Molina, Roberto... Y los que ya estaban en el club, como López, Solozábal, Simeone, Caminero, y en especial, Kiko, dieron un paso al frente. El ex cadista pasó una prueba de fuego esa pretemporada, porque Radomir Antic confiaba mucho en su capacidad para crear juego en las cercanías del área rival, y aprovechar las condiciones de segunda línea y de llegadores que tenían Caminero, Simeone o Pantic.

El Atlético se benefició del tremendo juego de Kiko, con sus controles orientados, el uso del cuerpo para fijar a los defensas, con numerosas faltas y remates en el juego aéreo, uno de los problemas de Kiko. El jerezano comenzó a hacer goles con la cabeza, y a aprovechar los buenos balones de los centrocampistas del Atlético para comenzar a escribir su propia historia en letras de oro, el metal del que están hechos los sueños. Tan bueno era Kiko, que nunca se sabía si era zurdo o diestro.

Cada gol de Kiko iba acompañado del rugido “Kikogol” desde las gradas colchoneras. El run run y el cuchicheo de sus primeros años se transformaron en vítores y aplausos para el delantero atlético cada vez que entraba en contacto con la pelota. Su gran nivel de juego logró que Javier Clemente, seleccionador español, le volviera a convocar a la absoluta, tras dos años de ausencia de las convocatorias del equipo nacional.

El jerezano fue el ídolo de la grada en un año mágico, que él representó mejor que nadie. El cambio que sufrió el Atlético tanto en su juego como en sus resultados llevaron al 19 rojiblanco a su condición de crack e ídolo en el santoral de la afición del Atlético de Madrid. Cada vez que el jerezano anotaba en el fondo sur del Calderón, había un vínculo especial entre ese sector del Calderón y el delantero atlético. Kiko les hacía levitar en sus asientos con su juego, y ellos se lo devolvían con un cariño inmenso y el grito de guerra característico que acompañaba cada tanto del jerezano.

Tobillos de plomo

Del mágico Kiko que deslumbró desde la llegada de Radomir Antic en el verano del año 1995, con su juego de espaldas, esos pases deslumbrantes buscando a su compañero de ataque, y su gran plasticidad, con goles espectaculares tanto con la cabeza, o de vaselina, con tobillos de goma; al futbolista cuyos tobillos eran de plomo y le restaban duende y efectitivada a su repertorio. De niño, muchos queríamos ser como él. Porque Kiko fue creciendo con el paso de los partidos y de los años, hasta tal punto que Louis Van Gaal quiso ficharlo para el FC Barcelona, o el AC Milán viajó hasta Madrid a por el jerezano.

Nunca un jugador enamoró tanto al Vicente Calderón como el héroe de Barcelona 92', autor de uno de los goles más importantes de la historia del fútbol español, el que daba el primer oro olímpico a España, del que este verano se cumplirán veinte años. Pero a la vez que su nivel de juego crecía, Kiko sufría en sus tobillos el castigo de la rudeza de muchos defensores en esas mágicas herramientas capaces de firmar obras de arte digna de la mejor videoteca de fútbol del mundo.

El ex futbolista del Cádiz fue el líder espiritual de la afición en uno de los mejores años de la historia del Atlético de Madrid. Liderando uno de los mejores equipos del Atlético en su historia, Kiko anotó 11 goles en Liga, y llevó al club del Manzanares a la gloria de ganar Liga y Copa. Si cada uno de los futbolistas tiene un momento mágico en el Doblete, Kiko siempre será recordado por anotar el último gol del Atlético en Liga, el que certificaba el título ante el Albacete, tras un saque larguísimo de Molina, que el jerezano bajó con el muslo, y con su zurda cruzó ante el meta de los manchegos. Desde aquel momento, el delantero internacional no paró de crecer en su juego.

El 28 de noviembre de 1998, tras el acoso que sufrió Kiko por parte de Reiziger, defensor del FC Barcelona, en un encuentro que el Atlético venció por 0-1 en territorio blaugrana, el jerezano decidió parar, quizás en el mejor momento de su carrera deportiva de la mano de Arrigo Sacchi, que tuvo que rendirse ante la evidencia del potencial del ariete de Jerez de la Frontera. Tras arrastrar problemas en los tobillos por lesiones pasadas, el jerezano inicia un tratamiento conservador para evitar el quirófano. Pero desgraciadamente, “Kikogol” tiene que operarse de los ligamentos de sus tobillos el 8 de febrero de 1999, algo que pagaría caro a la larga.

El regreso

Su regreso significaría la vuelta de la ilusión de una grada que vio caer esta temporada 98/99 a su equipo de la 4º plaza a la 13º en la que concluyó finalmente la temporada. El delantero jerezano volvía a pisar un terreno de juego el 15 de diciembre de 1999, en el antiguo Insular de Las Palmas de Gran Canaria, donde el Atlético empató a dos. Una semana después, el jerezano sería recibido en loor de multitudes en el Estadio Vicente Calderón, que esperaba la vuelta del hijo pródigo con ansia.

Pero Kiko, a pesar de disfrutar de minutos, no pudo volver a ser el que fue. En parte la presión de un equipo que no terminaba de arrancar de la mano de Claudio Ranieri para alcanzar puestos europeos y que se hundió en el descenso, y en parte sus propias limitaciones tras más de un año inactivo, con unos tobillos que de ser de una elasticidad sobrehumana, pasaron a restarle capacidad de movimientos y a pesar toneladas. El jerezano no podía realizar todos aquellos movimientos secos y tan taurinos que durante una época le convirtieron en un símbolo del Atlético y en estandarte de la selección española. De hecho, en la temporada de su regreso, el delantero rojiblanco sólo pudo marcar ante el Lens, en la derrota por 4-2 del Atleti en octavos de la UEFA del año 2000.




La Segunda División

Protagonista del famoso anuncio de la agencia publicitaria Señora Rushmore, en el que se ve a Kiko rematar un balón en un fondo lleno de llamas, bajo el lema “Un añito en el infierno”, Kiko aceptó quedarse en el Atlético de Madrid aquella temporada, jugando gratis. La esperanza de regresar cuanto antes a Primera División recaía sobre los hombros del jerezano, capitán del equipo junto a Aguilera, en un sentimiento que quedaba reflejado en aquella famosa campaña de captación de abonados del 19 atlético.

Sin embargo, las cosas no fueron muy bien en realidad. El duro castigo del descenso que sufrió el Atlético de Madrid sumió al jerezano en un vaivén constante de duras informaciones y agrios enfrentamientos con el presidente Jesús Gil y con varios radicales del Frente Atlético, descontentos con el rendimiento del futbolista. El AC Milán volvió a llamar a las puertas de Kiko para llevárselo a Milán aquel verano del año 2000. El jerezano no firmó debido a los graves problemas que sufría en sus tobillos, y que desaconsejaron su contratación por parte italiana.

Aquel viaje se consideró un gesto de traición por parte de la afición hacia uno de los héroes del Doblete del 96. El jerezano no pasó una buena temporada, y eso se reflejó en su rendimiento. A pesar de la gran cantidad de asistencias y jugadas de peligro que creó Kiko, el delantero jerezano no vio puerta en la Liga aquella temporada, en la que además, el Atlético de Madrid estuvo a un gol (a un gol del Leganés) de lograr el ascenso a Primera División.

Tras empatar a 74 puntos con el Tenerife, los chicharreros lograban el ansiado ascenso a Primera División por mejor goalaverage general que el Atlético de Madrid. El Leganés cedió en esa última jornada 0-1 en casa ante el Tenerife, mientras que los rojiblancos vencían a poca distancia de Butarque. El Atlético ganó 0-1 con gol de Luque en el Alfonso Pérez, pero aquello no sirvió de nada. Kiko, que ya en mayo anunció su marcha del club, fue uno de los más abucheados a la salida del equipo del coliseo getafense.

Aquel 17 de enero de 2001

Sin quererlo, el estadio del Rayo Vallecano tiene un lugar importante en la historia reciente del Atlético de Madrid. Vallecanos y colchoneros se medían en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey del año 2001. En la ida, celebrada en el Calderón, hubo empate a dos. Primero se adelantó el Atlético, con dos goles del Pichichi Salva Ballesta. Posteriormente, empataría el Rayo Vallecano en el tramo final de partido, con goles de Quevedo y De Quintana.

Ya en el estadio franjirrojo, el Atlético de Madrid se mostró superior al equipo de Juande Ramos. Primero fue Salva Ballesta, el que tras un gran pase mirando al tendido de Roberto Fresnedoso dentro del área vallecana, otro de los héroes del doblete que seguía aquel año 2001; puso en ventaja en el choque y en el cruce de octavos al equipo que entonces dirigía Marcos Alonso. El corto 0-1 a favor del Atlético hacía peligrar su clasificación en cualquier ataque de los franjirrojos al marco de Sergio Sánchez.

No obstante, en una arrancada de Carlos Aguilera desde la defensa rojiblanca, el capitán del Atlético lograba conectar con Kiko, para que el jerezano se la pusiera al espacio a Roberto, con campo por delante. El centrocampista toledano pudo estar en fuera de juego, pero el línea no lo advirtió, y la jugada continuó. Roberto se adentró en el área, y con mucha valentía y descaro, se metió entre los dos defensores rayistas, para encarar a Lopetegui. Kiko iba acompañando la jugada por la izquierda, y Roberto, para salvar al meta vasco, se la cedió al jerezano, que anotó a puerta vacía la sentencia en el minuto 78 de partido.




Sin saberlo nadie, Kiko Narváez y el Nuevo Campo de Vallecas unieron sus nombres como el campo donde el Arquero del Atlético de Madrid disparó su última flecha con la zamarra rojiblanca. El gesto de rabia de Kiko, agarrándose la camiseta con las dos manos mientras se dirigía a la zona de seguidores del conjunto de la Ribera del Manzanares demuestran el enorme compromiso y cariño que el jerezano siempre tuvo por el Atlético de Madrid. Uno de esos ídolos rojiblancos, que en 25 años de mandato de la familia Gil en el Club Atlético de Madrid, ha salido por la puerta de atrás. Como Arteche, Schuster, Futre, Luis Aragonés, Manolo, Abel, Pantic, Simeone...

Su historia en el Atlético

Kiko Narváez jugó durante ocho temporadas en el Atlético de Madrid, tras estar tres temporadas en el Cádiz, donde fue internacional sub 21 y olímpico, y donde logró el Oro de Barcelona 92'. El jerezano recaló en el Atlético de Madrid por 300 millones de pesetas, y pasó dos primeros años inadvertido, a pesar de que acabara anotando 5 y 9 goles en sus dos primeros años respectivamente. Sobre todo, lastrado por el run run de la grada, con la que de primeras no congenió por su exceso de filigrana y de adorno en sus pases y remates. También por sus conocidas salidas nocturnas con Quevedo y Sabas, que estuvieron a punto de marcar su carrera deportiva en el Atlético de Madrid.

Todo aquello cambió con la llegada de Antic al equipo rojiblanco. El serbio le dio galones al jerezano, y le convirtió en referente del equipo. El jerezano comenzó a brillar en su juego de cabeza con las medidas asistencias de Milinko Pantic, de espaldas a portería, donde fue todo un maestro, y sus cifras anotadoras se dispararon hasta los 13 goles entre Liga y Copa el año del Doblete, y 18 en la temporada siguiente, con la disputa de la Champions League. Kiko deslumbraba a Europa, y Europa se quedo prendada del ariete.

A pesar de sus problemas físicos, Kiko hizo que delanteros como Penev o Esnaider llegaran a buenas cifras goleadores, además de ayudar a los centrocampistas a sumar más tantos en favor del equipo. Pero sin duda alguna, Europa tembló cuando Jesús Gil juntó en el Atlético a Christian Vieri con el jerezano. Los dos hicieron temblar Europa en la primera parte del campeonato, y aunque el Atlético de Madrid sólo alcanzara el 7º puesto en Liga, y las semifinales de la UEFA esa temporada, los dos formaron una pareja de ataque terrible. Con más de 30 goles en toda la temporada entre los dos, el Atlético de Madrid sólo pudo retener esa pareja un año.

El delantero andaluz se despidió del Atlético con la conquista de Liga y la Copa del Rey de 1996, la participación en Champions League de 1996/1997, donde fue uno de los mejores jugadores del torneo, con partidos como la vuelta de cuartos de final ante el Ajax en el Calderón, donde el jerezano puso en aprietos al que era subcampeón de Europa bajo la dirección de Louis Van Gaal. Además, fue internacional en 26 ocasiones con la absoluta, con la que logró cinco goles. Participó en la Eurocopa de 1996 y el Mundial de 1998, y cerró su vida deportiva en el Extremadura, con el que disputó los últimos seis meses de la temporada 2001/2002, antes de colgar las botas definitivamente con 30 años.


Estadística de InfoAtleti sobre la carrera de Kiko Narváez.

LigaCopaCont.OtroInt.
Temp.EquipoLigaPGPGPGPGPG
1990-91Cádiz CFCádizEspaña 1ª División6100000000
1991-92Cádiz CFCádizEspaña 1ª División38800000000
1992-93Cádiz CFCádizEspaña 1ª División34300000040
1993-94Atlético de MadridAtléticoEspaña 1ª División31520300010
1994-95Atlético de MadridAtléticoEspaña 1ª División30930000000
1995-96Atlético de MadridAtléticoEspaña 1ª División341162000072
1996-97Atlético de MadridAtléticoEspaña 1ª División361343722050
1997-98Atlético de MadridAtléticoEspaña 1ª División31621920083
1998-99Atlético de MadridAtléticoEspaña 1ª División11400430010
1999-00Atlético de MadridAtléticoEspaña 1ª División20050210000
2000-01Atlético de MadridAtléticoEspaña 2ª División32041000000
2001-02CF ExtremaduraExtremaduraEspaña 2ª División11100000000

2 comentarios:

  1. Una de las mejores entradas que he podido leer por internet, grandisimo Post de un jugador que fue maltratado por parte de la afición. y uno de mis 3 ídolos futbolisticos. la camiseta con la que hace el arquero la tengo como oro en paño. Felicitaciones y gracias por volverme a recordar esos alegres y tristes momentos. Blessing

    ResponderEliminar
  2. Gran blog amigo otro blogero de Asturias iconoadnspain08

    ResponderEliminar

Twittear