viernes, 27 de abril de 2012

Defender bien para atacar mejor: Josep Guardiola


Pep Guardiola, a nivel de técnicos, era una total incógnita para el fútbol cuando aceptó ser el primer entrenador del FC Barcelona, allá por el mes de junio de 2008. En una apuesta arriesgada, con doble filo. A Joan Laporta le tocaba darle una vuelta de tuerca a un grupo ganador que se había aburguesado, que tenía problemas internos de autogestión y mal desempeño, con un entrenador (Frank Rijkaard) desgastado por cinco años, pero querido y admirado por todos, por sus logros al frente del FC Barcelona. Guardiola tenía esa doble misión, por un lado recuperar los valores de tradición, de cultura, de estética, de filosofía del Barcelona, y por el otro hacer competir y volver a funcionar a un grupo de grandes futbolistas, lleno de campeones, y que necesitaba dar un punto más.

1º clave – El aspecto psicológico

Guardiola es un motivador nato. Un hombre que puede convencer a la más negativa de las personas. Su fortaleza psicológica es tal, que queda reflejada en una campaña publicitaria para una importante entidad financiera catalana en el año 2010. Guardiola ya había firmado el sextete con el Barcelona, y dos frases suyas reflejan el eslogan de una forma de ser y pensar, en un país que se hundía en las grandes dimensiones de la crisis económica que aún sufrimos, y de la que tardaremos en recuperarnos: “Si le pido a alguien más es porque sé que me lo puede dar” o “Llevo aprendiendo y tratando de superarme desde el primer día”.

Pep recuperó el autoestima baja de un grupo que sufrió el escarnio de ver como un Madrid lanzado y con fe le daba la vuelta a la tortilla en la temporada 2006/2007 tras remontar la diferencia de puntos con el Barcelona, y ganar la Liga. Al año siguiente, la irregularidad del FC Barcelona, reflejada en dos hombres claves como Deco y Ronaldinho, termina por hundir a un equipo que acaba tercero en Liga, y apeado de las semifinales de Copa y Champions League.

Guardiola se marcha con 3 Ligas, 3 Supercopas de España, 2 Champions League, 2 Mundiales de Clubes, 2 Supercopas de Europa y 1 Copa del Rey. Falta la final de Copa del Rey de esta temporada.

Y no sólo contento con eso, el cariño, el aprecio, la confianza abultada que ha puesto en sus jugadores, y en la gente que venía de abajo, de la cantera en estos cuatro años ha permitido que muchos jugadores de La Masía, más allá del hecho de ser canteranos y de las plantillas cortas, debuten en Primera División con un empaque y una fuerza desorbitada. Pep adora al hombre de casa, al jugador de la cantera, porque lo conoce, porque lo ha criado, porque sabe que está en sintonía con la idea que promulga el primer equipo y que se hace muy reconocible en la cantera barcelonista. Y esa confianza aplaca los nervios del debut, de la Primera División, de la repercusión mediática y del peso de la historia sobre los hombros de cualquiera.


Muchos libros de coaching o de motivación se basan en la llegada de Guardiola al FC Barcelona, y como cambia la motivación del grupo, a través de terapias motivacionales y psicológicas. Dos de esos libros, de los que recomiendo su lectura para todo aquel amante de la táctica y la psicología, retratan perfectamente lo que es, lo que significa, y quién es Guardiola. “Escoltant a Guardiola” y “Palabra de Pep”, recogen la forma de ser y de entender este juego y la vida del chico de Santpedor que se convirtió en el alma del Barcelona. El vídeo de la final de Roma, clave para entender la psicología Guardiola.

2º clave – El fútbol, un juego de diagonales

La psicología juega en el fútbol un aspecto vital. Creer que eres mejor que los demás, y trabajar para ello es el primer paso para la construcción de una idea. Sin fe, no hay resultados. Pero más allá de la fe, de la confianza, del trabajo, hay unos conocimientos. Unos conocimientos profundos, que nacen desde su primera rueda de prensa. “Yo soy un enamorado del juego de ataque”. Algo totalmente lógico con un tipo que fue el mediocentro de un equipo de ensueño, construido para atacar y por atacar. Uno de los mejores mediocentros de la historia.

Guardiola entiende que el Barcelona crea jugadores con mentalidad ofensiva, con la portería rival en la mente, y necesita de los mejores para dar lo mejor. ¿Por donde empieza a construir el fútbol? Por los espacios libres. Guardiola nunca entendió de posiciones, y sí de asociaciones. De la básica creencia de que los buenos al final se acaban entendiendo. De dar unas normas estrictas para tener una libertad absoluta. Primeras normas.

1 - No rifar la pelota en ningún caso. El balón como herramienta principal de trabajo. Posesiones altas. Acumulación de centrocampistas con criterio. Salida de balón en corto en muchas situaciones.

2 - Juego de asociación. Control – pase – apoyo. Tengo la pelota, paso la pelota. En esa dinámica constante de toques, de pases, de apoyos, de tener siempre opciones en corto o en largo, de que la pelota corra, el Barcelona fue creciendo. Darle la pelota a los buenos para ser buenos de verdad.

3 – Mentalidad ofensiva. Un buen ataque es la mejor defensa. "Atacaremos bien si defendemos. Defenderemos bien si atacamos mejor".

4 – El fútbol es engaño.

5 - La idea prevalece a los jugadores de los que se disponga.

6 - Cuando no tenemos la pelota, trabajamos por recuperarla.

Como bien dijo Menotti en una entrevista a “El País”: “Guardiola ya sabía lo que iba a hacer. No es mucho de estos jóvenes que buscan inspiración. El ya tenía su idea preconcebida, y sólo quería trabajarla y compartirla conmigo. Por eso es único e irrepetible”. Cierto es. Guardiola ya sabía lo que iba a hacer antes de ver a sus referencias en los banquillos. A Juanma Lillo, con el que coincidió en Dorados de Sinaloa; a Marcelo Bielsa, al que ya tuvo como rival en varias ocasiones jugando con España; o a César Luis Menotti.


Él ya entendía que el juego había que tratarlo moviendo el balón, porque el balón nunca se cansa de correr. Él ya vio el perfil ofensivo de muchos jugadores en el Barcelona. Ya conocía la casa como jugador, y como técnico del filial en Tercera División, al que ascendió a Segunda B, y donde dejó las bases sentadas para que el filial hoy sea equipo de la Liga Adelante. Guardiola ya construyó un estilo brillante en una categoría mucho más complicada y cerrada. Sólo pedía a sus jugadores que aprovecharan a ocupar los espacios libres que se generaban con una circulación rápida del balón. Los laterales eran los que abrían el campo, y los extremos los que abrían los huecos. Los tres en el medio con libertad para flotar por todo el campo, con Yaya Touré/Busquets siempre de ancla para que el equipo girase. La pelota movía, corría. Los genios crecían. Iniesta, Xavi, Messi, Thiago, Fábregas se entendían con Eto'o, Henry, Ibrahimovic, Villa, Pedro, Alexis Cuenca, Tello y las asociaciones entre artistas y matadores se hacían mortales de necesidad.

Para este FC Barcelona, cada partido era un reto a superar. Un objetivo con sentido en sí mismo y por sí sólo. Nada sobraba. Siempre había el ansia de ganar, de darlo todo. El mayor respeto que le puedes hacer a un rival es ir a por todas para ganarle, y el FC Barcelona lo hacía. Y cuando perdía la pelota se notaba. “Estos jugadores disfrutan defendiendo”, se oía a menudo. Cierto. Disfrutaban presionando, robaban rápido y volvían a dormir el juego. Tocar la pelota, moverla de lado a lado, a los costados, conducciones vertiginosas por el centro, jugadas de 10-12 pases al primer toque. Y el rival conseguía quitarles la pelota, otra vez igual, dos o tres jugadores presionaban la salida del rival en cualquier parte del campo para recuperar en zonas peligrosas, sin el rival armado, y hacer gol.

Si alguien ve a partir de ahora que un equipo comienza tocando en la banda izquierda, consigue una secuencia de diez pases, hace una dejada de cara y acaba en un pase en profundidad para el extremo de la banda contraria, que cortaba en diagonal desde la otra banda, rompiendo el fuera de juego, recuerden que aquella jugada la puso en práctica el Barcelona de Pep Guardiola.

3º clave – El juego posicional

Una marca de la casa ha sido la buena capacidad de casi todos los jugadores del FC Barcelona de trasladar la pelota a 1-2 toques con mucha rapidez, precisión, y jugando al pie. Esa capacidad de tocar en estático, sin apenas desmarques de ruptura, ha sido una de las claves para que el FC Barcelona convierta los partidos en rondos gigantestos, donde el rival muchas veces tiene que correr detrás de la pelota. Mucha culpa de ello la tiene la foram de trabajar del binomio Guardiola-Vilanova. Ejercicios en espacios reducidos, con límite de toques, donde la velocidad de ejecución y la precisión priman. En el aspecto defensivo, aumentan la capacidad de reacción y concentración de un futbolista, y sobre todo, le obligan a presionar en distancias tan cortas para incomodar al rival y recuperar rápido. Ejercicios que simulaban situaciones de partido que el FC Barcelona se ha encontrado muchas veces durante estos cuatro años de Guardiola.
El resultado era el visto tantas y tantas ocasiones. La capacidad de asociación en espacios cortos del FC Barcelona, a un toque muchas veces, que desconcertaba a los contrarios, para luego ser capaces de mover la pelota allá donde hubiera un espacio libre o una zona en superioridad numérica para poder progresar la jugada hacia el gol. Mucho toque, mucho pase, mucha capacidad para romper el ritmo de partido atrayendo la atención del rival hacia una zona concreta, y cambiando de ritmo a otra zona para hacer mucho daño. Nunca un equipo hizo tanto daño a los rivales robándoles la pelota.

4º clave – La evolución del equipo depende del propio equipo

Guardiola ha enseñado que el mito del vídeo, del análisis táctico, tan puesto de moda en los 90, es la carencia de ideas propias. La mutabilidad del Barcelona estos cuatro años ha pasado por el conocimiento de Guardiola del juego y su capacidad de raciocinio para aplicar los conceptos tácticos y las capacidades de su plantilla al servicio del juego, y de la victoria final de su equipo. Creer en una idea, y trabajar sobre ella. Ampliar su propuesta, no que dependa del estilo del equipo contrario de turno.

El mérito de Guardiola era tener una idea, y retocarla según convenía cada partido.

Las evoluciones del FC Barcelona en estos cuatro años responden más a una necesidad propia de dar soluciones a las preguntas que le plantea cada rival en cada encuentro para seguir creando los espacios por dentro necesarios, más que una necesidad de contrarrestar las ofensivas rivales.Partiendo del esquema base 1-4-3-3, nació el falso delantero que Guardiola usó con Messi en el famoso 2-6 del Barcelona al Real Madrid en 2009 es la primera gran lección. El de Santpedor dejó sin referencia a los centrales y el Madrid sufrió calamidades terribles por el centro para tapar la oleada de juego blaugrana. Con 4 hombres pululando por zonas libres, aprovechando los espacios entre líneas. Los centrales del Madrid salían mientras los laterales fijaban las marcas en las bandas y el espacio se generaba por el centro. Los centrocampistas del Madrid no sabían si presionar o tapar, y el Barcelona aprovechaba esa confusión en su favor cada vez que atacaba. Dos y tres jugadores del equipo blanco perseguían camisetas blaugranas, y el balón corría y corría de un lado a otro sin freno.

De aquel esquema sin punta nacieron las constantes variaciones de Pep. La defensa de 3 que empezó a plantear tras caer ante un Inter en Champions que les cerró por dentro esos espacios necesarios y les cortocircuitó con el balón. El Barcelona ganó uno más por el centro, por dentro, para obligar a los rivales a salir y trabajar más cuando el Barcelona se atasca y se ve sin opciones. De esa evolución de tres defensas, nace jugar con un esquema parecido al 1-3-2-4-1, en el que los laterales tienen muy clara vocación ofensiva, para dar salida por fuera y ensanchar al contrario cuando defiende. Si se pierde la pelota, los dos repliegan un corto espacio, mientras Busquets, que se incrusta en el centro de la zaga cuando toca defender, empuja al equipo a presionar. Esa evolución le dio el año pasado Liga y Champions.

Este año, una nueva vuelta de tuerca más. Atrevido como siempre, Guardiola jugó por momentos con dos defensas y Busquets limpiando por delante cada vez que atacaba. Juanma Lillo hace poco se atrevió a decir que "el Barcelona no juega con atrás porque no hay nadie que le ataque". El Barcelona corrió muchos riesgos, pero logró goleadas de auténtico escándalo en el Camp Nou, un campo que se ha hecho un fortín casi inexpugnable en estos cuatro años. Y si la propuesta fallaba, podíamos volver a colocar extremos (Cuenca, Tello, Alexis, Pedro) para abrir el campo, forzar por fuera, y encontrar huecos por dentro. Para eso llegó Alexis, un jugador con el que el FC Barcelona ha evolucionado mucho su estilo. Quizás no haya ganado tanto este año, pero el mérito de Guardiola de tener un equipo y moldearlo siempre para proponer ideas y maneras de entender el juego, y no contrarrestar estilos es digno de alabanza siempre.

5º clave – El valor del canterano

Mucho que analizar en este FC Barcelona que ha construido Guardiola. Un técnico de la casa, un mito del barcelonismo que ha hecho debutar en estos 4 años a 32 jugadores del fútbol base blaugrana, a una media de 8 jugadores por año. Si la plantilla se quedaba corta, Guardiola no se quejaba y sabía que lo que había por debajo era muy válido. La formación base del FC Barcelona ha crecido mucho con Guardiola, que ha impuesto un modelo de juego extensible para todas las edades y categorías, y que el club se ha encargado de patentar en su interior, formando un determinado patrón de jugador que responde en el estilo Can Barça.
Además de todo ello, del conocimiento del estilo, aún con los matices de cada técnico, del sentimiento, de la ilusión de los de dentro del club, Guardiola sabe que no hay mejor futbolista ni mejor inversión que un canterano. Tu propio trabajo reflejado en el campo. Años y años de maduración y progreso que culminan cuando un canterano logra debutar y asentarse en el equipo. Hemos visto alineaciones con 11 canteranos en el FC Barcelona, o partidos en los que el equipo azulgrana ha acabado con 11 jugadores formados en su fútbol base. Eso es el verdadero triunfo de Guardiola. Crear una idea que va más alla de ganar. Una filosofía de club. Una manera de ver el fútbol. Una nueva norma. Mandan los de casa. Se ganan el puesto, pero tienen preferencia ante los de fuera. Que de 9 campeones del mundo que albergas en tu plantilla, Valdés, Piqué, Puyol, Busquets, Pedro, Fábregas (hasta los 16), Iniesta y Xavi los hayas formado tú tiene mucho mérito.

6º clave – Salir para volver a entrar

Cuando el rival lograba cerrar bien los espacios, y no había manera de progresar, al equipo de Guardiola siempre le quedaba la opción de seguir controlando la pelota. Muchos equipos arriesgan la posesión cuando no encuentran forma de sobrepasar una defensa, y precipitan las jugadas con disparos lejanos o unos contra unos en zonas pobladas. El FC Barcelona, que siempre superaba rivales creando superioridades, entendió que cuando había inferioridad siempre era mejor "volver a casa" (queremos referirnos hacia su propio portero) y empezar la jugada de cero.

Guardiola siempre apostó por el fútbol ofensivo. El Camp Nou ha presenciado grandes partidos.

Salir para volver a entrar. Un clásico del fútbol. Ante defensas cerradas y esquemas contrarios férreos, el equipo blaugrana volvía a empezar la jugada. No importaba si era Valdés el que la tenía que empezar. La pelota seguía siendo del equipo de Guardiola, y eso, aunque era un respiro momentáneo para el rival, era volver a comenzar un asedio constante del Barcelona sobre el marco rival. Si no se podía por la derecha, y no había manera de entrar por el centro o la izquierda, se volvía atrás.

De esta manera se incitaba al contrario a que viniera a buscar la pelota, a que intentara robarla para el contragolpe y sorprender al rival, pero el equipo blaugrana sabía que de esa manera aparecían los espacios y las ocasiones cuando el partido se atascaba. También era una buena manera de aguantar el resultado al rival en los últimos minutos cuando era ajustado. Poco desgaste, tocar y tocar una vez y otra, que el rival no tuviera opción de recuperar. Amplitud de campo. Empezar en tu propia mitad para ir avanzando por la inercia de una presión tímida y deslavazada a un equipo organizado en su juego posicional para mover la pelota con rapidez y claridad de ideas de una parte a otra del campo sin apenas gastar energías.

7º clave – Controlar los detalles

Anteriormente apuntábamos una de las causas del triunfo de Guardiola en Can Barça la exigencia alta y el respeto al rival. Ese respeto al rival lleva una labor enorme de seguimiento, de conocimiento del rival. De gran obsesión por el trabajo y el fútbol. Estudioso como pocos, aparte de talentoso, Pep Guardiola ha hecho que su equipo maneje todos y cada uno de los millones de matices que se dirimen o tiene un partido de fútbol de alta competición. Todos van a una. Cuando protestan, cuando celebran un gol o cuando salen a rueda de prensa. También cuando toca hacer piña.

El respeto, la elegancia en las declaraciones en la mayoría de las ocasiones y la humildad del trabajo del día a día han sido unas constantes mientras Guardiola sea el capitán de la nave azulgrana. Un mensaje construido por y para el fútbol. Ese control de los detalles le ha llevado a no conceder ni una entrevista personal en cuatro años, y a tener un gran control en la parcela deportiva del FC Barcelona, participando activamente en las altas, bajas y renovaciones de los futbolistas, así como en la gestión de la cantera, y su participación decisiva a la hora de poner en marcha la nueva residencia blaugrana en Sant Joan Despí.

El técnico maneja grandes ofertas. Conocerá nuevas experiencias futbolísticas.

Todo ese control por el detalle desemboca en grandes jugadas de estrategia. Pocas eso sí, pero bien aprovechadas. El Barcelona ha hecho del juego en corto en córners, o faltas donde muchos optarían por colgar balones para rematar, un símbolo suyo, del juego con los bajitos. Salvo en casos excepcionales, donde una jugada de estrategia marcada con el brazo derecho extendido en alto, y los bloqueos de los hombres altos al rematador (habitualmente Puyol, Piqué, Busquets o Keita) ha funcionado. Pura pizarra y herencia de Guardiola. El Real Madrid la conoce bien, porque ya la ha sufrido en el Bernabéu en varios clásicos desde que está Guardiola al mando. Detalles que demuestran la excelencia de una idea trabajada por un binomio Guardiola-Vilanova que hoy separa sus caminos momentáneamente, pero que siempre irán unidos de la mano cada vez que se recuerden estos cuatro años de brillo, esplendor y buen juego. Línea continuista para un proyecto que parece no tener fin mientras se mantengan los mecanismos que lo hicieron brillar otras temporadas recientes.

jueves, 26 de abril de 2012

Análisis Previo Valencia CF - At.Madrid


En Mestalla, a las 21:05, se miden dos actitudes. Dos equipos irregulares en sus comportamientos a lo largo de la temporada, se miden en una semifinal que ha tomado un cariz dramático gracias al gol de Ricardo Costa.

El Atlético se relamía pensando en la ventaja de 3 goles que consiguió en el Calderón con el 4-1. Córner en el minuto 92. Tino Costa la puso a la cabeza de Ricardo Costa, y anotó el 4-2 en el descuento. El equipo rojiblanco se durmió en esa jugada, y al Valencia le da un hálito de esperanza, que tendrá que convertir en hechos.

1º Clave – El arranque del partido

El Valencia, tras la pésima imagen de la ida y el empuje de su afición, está obligado a imponer un ritmo alto en los primeros minutos del partido. 20 primeros minutos a gran ritmo, con posesión, empujando. Un doble pivote que empuje, con Albelda de tapón para las salidas del Atlético al ataque con Parejo/Tino Costa de canalizadores de juego. Posiblemente, Parejo sea el más indicado para esa labor de conexión entre el robo de Albelda, y la calidad de Jonas, Soldado, Piatti y Canales.

El equipo de Emery está obligado a lanzar sus ataques por los costados, con las incorporarciones de Alba y Ricardo Costa por las bandas, para sorprender a los laterales rojiblancos. El 2 vs 1 será una constante clara cada vez que el Valencia pretenda progresar hacia el área de Courtois. El desborde de Piatti, el trabajo de Jonas y la calidad de Canales son necesarios para romper el muro rojiblanco, al que sólo  2 equipos han logrado ganar con un resultado que hoy eliminaría al Atlético. Real Madrid (1-4), Levante (2-0).

La solidez defensiva del Atlético contra la fuerza y la ilusión del valencianismo. La intensidad puede poner el primer gol. Tampoco le hace falta al Valencia un resultado desorbitado para pasar a la final de Bucarest, pero los de Simeone no lo van a poner fácil. El Atlético conoce la receta, aguantar la embestida y lanzar contras punzantes. Simeone ante su dilema. Respetar sus creencias y gustos, y ser contragolpeador; o controlar el fuego valencianista con agua y dominio de pelota. La defensa adelantada del Valencia para presionar y recuperar rápido es otro obstáculo a salvar por el Atlético.

La situación para el Atlético de Madrid en la previa es cómoda en el inicio porque maneja variantes y la ansiedad local. Puede jugar con 3 en el medio, y ser contragolpeador con Adrián, Diego y Falcao, o respetar  el esquema habitual del doble pivote más los 4 fantásticos versión 2.0. Una versión mejorada, porque las bandas trabajan para atrás y ayudan al equipo a tener un cierto equilibrio en sus transiciones y no ser tan alocado como en épocas anteriores.

El Atlético dominó por completo la Ida. El Valencia saldrá con ritmo y profundidad por fuera para remontar.

La ilusión valencianista puede ser ansiedad mal enfocada. Un gol temprano calmaría mucho los ánimos del Valencia, y pondría en tensión al Atlético. Esa situación favorecería al Valencia. El Atlético tiene que evitarlo. Los locales no quieren dejar pasar el tiempo sin actuar, no quieren evitar el paso de los minutos para buscar en los últimos 15 el gol, tal como planteó Emery en 2010 ante el Atlético. El paso del tiempo juega a favor del Atlético. Emery hoy tiene que ser más agresivo que en aquella eliminatoria de cuartos de final. El que marque primero, decanta la eliminatoria en su favor.

2º Clave – La pegada

Dos de los mejores delanteros de la Liga Española frente a frente. 22 goles del colombiano contra 17 goles del valenciano. A su alrededor, Adrián, Diego y Arda Turan asistiendo y ayudando al colombiano; o Piatti, Aduriz, Canales sirviendo balones para el valencianista. Los protagonistas y primeras espadas, los dos 9, serán seguro de gol. Tras la negra noche de Soldado en Madrid ante la brillante actuación de Falcao con dos goles, el segundo un gol de bandera; Soldado debe responder con goles. No está en su mejor momento del año, y hoy llega el partido más importante de la temporada para el Valencia tras la semifinal de Copa del Rey.

El Valencia lleva varios años en puertas de las finales. Rozando las finales. Desde la final de Copa del Rey de 2008, las finales son una asignatura pendiente para Unai Emery, que se ha quedado a las puertas en varias temporadas. Eliminatorias donde el Valencia era favorito y quedó fuera. Incluso ha sufrido bastante ante AZ Alkmaar, al que ya tuvo que remontar en cuartos de final de la Europa League. Por un lado, el Valencia ya ha adquirido esa experiencia europea de remontar en casa; por otra parte, el propio equipo che se complica la vida y no siempre sale.

La pegada de unos y otros, aprovechar las ocasiones, sacar réditos de las jugadas de estrategia de unos y otros es clave. El Atlético cazó al Valencia en una falta lateral, y los valencianistas pillaron a los rojiblancos en dos despistes en dos córners, y algún remate más en jugadas ensayadas. Por ahí, por la estrategia y la pizarra pasara gran parte de la eliminatoria esta noche.

3º clave – La pizarra de Unai y Simeone

La importancia de la estrategia en el fútbol es ya una verdad absoluta, adquirida con el paso de los años con fuerza. Años y años de trabajo y evolución de los entrenadores, que desembocan hoy en dos amantes de la pizarra. Dos equipos capacitados para hacer daño en el balón parado. El Atlético marca 1 de cada 3 goles en jugada de estrategia en Liga. El Valencia anda en el 40% de porcentaje de acierto en la estrategia. 4 de cada 10 faltas, córners, penaltis o saques de banda acaba en gol para el Valencia. 3 de cada 10 son gol para el Atlético.

La defensa en la estrategia es más complicada de apuntalar. Mientras el equipo de Emery apuesta por la defensa zonal y dos marcas al hombre sobre los mejores rematadores en la mayoría de los casos, Simeone marca hombre al hombre. En la marca zonal, o está la concentración alta y las zonas bien definidas para sacar el balón anticipando al rematador, o acabas sufriendo. En la marca al hombre, nadie puede esconderse. Marcas ajustadas 1 vs 1, resto en barrera o tapan zonas.

El Valencia necesita dos goles para pasar. Un gol del Atlético, vital.

En la ida ya vimos el potencial de unos y otros en las jugadas de estrategia. Dos goles del Valencia, un gol del Atlético de Madrid. ¿Las marcas mal realizadas? Puede. Pero también el Valencia ejecuta con mucho mérito el primer córner. Rami prolonga al segundo palo, donde Jonas gana en la espalda. O las dos clásicas del Atlético este año. En la primera, balón al segundo palo, se vuelve a meter para el remate, la atención baja porque se piensa que se escapa fuera el centro y el gol llega; y en la segunda, balón entre portero y defensa, buscando el punto de penalti. Goles que Falcao, Miranda y Godín han realizado este año con cierta frecuencia. Goles que valen puntos y eliminatorias.

4º clave - La salida de pelota

La ida quedó marcada por el juego y el control de la pelota de unos y otros. Mientras el Valencia, con Rami jugando desde atrás para Tino Costa/Mehmet Topal sin mucha claridad, y con un desacertadísimo Víctor Ruiz para jugar desde atrás, como central zurdo, con una pérdida de Topal tras pase de Ruiz a un futbolista de espaldas a la presión del rival, y que jugó hacia un costado presionado por un rival (Falcao), acompañado de Arda Turan y Adrián en el achique de espacios. El Atlético mató el partido y al Valencia en esa jugada.

Víctor Ruiz, titular hoy, no se ha mostrado fino en estas acciones a lo largo de la temporada. De hecho, para su progresión, esta temporada no ha sido positiva, puesto que ha demostrado un rendimiento irregular alternando fallos y aciertos a partes iguales. El joven catalán es un futbolista del que se espera algo más que lo visto esta temporada, llamado a ser titular en la selección, y caracterizado por ser zurdo, una condición que le ayuda a tener sentido cuando traslada la pelota. En el Espanyol ya demostró su buena salida del juego, con conceptos buenos, buen pase largo, y juego rápido en corto.

Pero el Atlético ganó claramente al Valencia en esta faceta el jueves con la pareja Domínguez - Miranda. El canterano atlético jugó con calma, y el brasileño también tiene un buen trato del esférico cuando hay que sacarla de zonas defensivas. No se complica, tiene temple, y juega bien en corto, a pesar de que a veces se adorna o peca de blando. El Atlético encontró transiciones rápidas y limpias con los pases de sus centrales hacia los interiores Arda Turan/Diego, y por ahí comenzó a gestar muchas de sus ocasiones de peligro. El Valencia no tuvo tanta incidencia en esa faceta, y necesitará mayor claridad para poder desmontar al Atlético en un pase y obligarle a replegar corriendo para evitar ocasiones de mucho peligro de los valencianistas.

miércoles, 25 de abril de 2012

Análisis táctico FC Barcelona - Chelsea FC: El Chelsea acortó el campo


El Barcelona se despide de la Copa de Europa con una eliminación muy dura de aceptar. Un Chelsea que se dedicó a vivir del fallo del Barcelona durante la eliminatoria, descarriló al equipo de Guardiola de la que iba a ser su tercera final en cuatro temporadas. El equipo de Di Matteo volvió a beber de las fuentes de conocimiento del creador. Del auténtico creador del Chelsea, Jose Mourinho, que por donde pasa marca una huella imborrable. Con un toque defensivo más acentuado, y un punto menos de calidad que en la época del portugués, su columna vertebral (Cech - Terry - Lampard - Drogba) se planta en la segunda final del equipo de Stamford Bridge en su historia.

1º clave – Líneas muy juntas

El Chelsea escogió un camino muy espinoso y sacrificado para llegar a Munich. Escogió renunciar a pelear la posesión, no optó por presionar al Barcelona en muchas zonas del campo, y acumuló a todo el equipo en el último tercio del campo. Muchas fases del partido con 11 hombres defendiendo en 35 metros, a partir de la línea de fondo. No es un achique de espacios. Aclaremos este punto antes de proseguir el análisis. El achique de espacios es el simple hecho de presionar.Normalmente, los equipos construyen su defensa hacia delante. Correr hacia tu propia porteria suele ser sinónimo de gol rival. El Chelsea acortó la profundidad blaugrana en apenas 20-30 metros toda la eliminatoria, a veces menos. Se juntó con el portero, metiéndose atrás. Drogba se descolgaba de la punta para ayudar en labores defensivas. Hoy se renunció al punta referencia cuando el equipo inglés quedó en inferioridad numérica.

En un análisis global de la eliminatoria, el equipo de Di Matteo, a pesar de su involución en la temporada, ha entrado en la final de la Champions League, y no inmerecidamente si logras hacer tres goles al campeón. Dos en su casa. De aquel equipo abierto, alegre, con iniciativa y defensa adelantada de André Villas Boas, a este equipo muy corto, contraatacante, de tendencia defensiva. Cierto es que contra un rival superior como este FC Barcelona. El Chelsea priorizó juntar las líneas para eliminar posibles pasillos interiores. Con un esquema de inicio 1-4-2-3-1 en ofensiva que se convertía en un 1-4-1-4-1 cuando el Chelsea perdía la pelota. El FC Barcelona encontró en los primeros minutos de la ida esos pasillos, con las ocasiones de Messi, Alexis al larguero, y Fábregas, pero apenas volvió a encontrarlos en el resto de la eliminatoria.

A partir del minuto 30 de Stamford Bridge, el Chelsea expulsó al FC Barcelona hacia los costados. El equipo blaugrana, con tendencia de jugar hacia adentro con Alexis y sus diagonales, Cesc, Messi, e Iniesta flotando por delante de Xavi, y Alves como recurso por fuera; no encontró profundidad por dentro, una de sus máximas cuando tiene la pelota. Guardiola quiso abrir el campo con Pedro y Cuenca en los últimos 25 minutos, y el Barcelona volvió a tener grandes ocasiones. Pedro al palo, la ocasión de Alexis ante Cech fuera, y el cabezazo de Puyol destacaron como grandes ocasiones del Barcelona en Stamford Bridge. Todas nacieron en la banda. Un desborde de Cuenca en falta, una entrada por banda de Cuenca para Pedro, y una nueva jugada por derecha que acaba por dentro para Alexis dio buena cuenta de la debilidad del Chelsea por fuera. Y con Drogba de centrocampista, ayudando en tareas defensivas, para minimizar la herida que hacía sangrar al Chelsea en su campo, aunque pudo parar la hemorragia y respirar con fuerza para llegar al Camp Nou.

La exigua ventaja del Chelsea para la vuelta de hoy, le hizo trabajar en grandes dosis de sacrificio. El gol de Drogba valía oro. Defensa en líneas muy juntas, plantadas en la frontal del área, para esperar un robo y un contragolpe. La expulsión de Terry y la lesión de Cahill complicaron mucho la tarea. La defensa del Chelsea era Ivanovic, Bosingwa, Ramires y Ashley Cole. En el centro de la zaga, dos laterales diestros. Aunque salve a Ivanovic su polivalencia, tanto de central como lateral. Y en el lateral diestro un centrocampista reconvertido a extremo, y hoy colocado en el flanco derecho para defender. La tarea no era fácil para el brasileño. Enfrente Iniesta. Lo secó y anotó gol en una incorporación al ataque valiosísima. El FC Barcelona por dentro no se encontró, y tuvo que forzar los espacios por fuera. La defensa de tres era un riesgo necesario con tanta posesión como hoy, y un equipo metido atrás, que regaló la pelota.

La posesión del FC Barcelona rondó el 75% toda la eliminatoria.
El equipo culé encontró los pasillos por fuera, ante el cerrojazo por dentro. Así llegaron los goles. Primero, recuperación de Alves en un rechace tras córner. Apertura para Cuenca con espacio, pase paralelo a línea de fondo, y Busquets empuja el 1-0. El segundo, con una pérdida de Meireles mientras su equipo se armaba para el ataque. El Chelsea tiene que volver para atrás, Messi recibe en la frontal, atrae hombres, espera al momento para el pase a Iniesta, y le sirve una pelota con ventaja a Iniesta, que controla y define de lujo con un toque de interior preciso. El Barcelona abrió el partido por los costados. Por eso ni Messi, ni Xavi tuvieron el peso ni la importancia habitual. Pero se le olvidó cerrar la eliminatoria cuando tuvo ventaja y le costó caro.

2º clave – El Barcelona no cerró bien las contras

Lo que en otras ocasiones se le ha halagado hasta la saciedad al Barcelona, esta vez le ha costado la eliminación de Champions y la ventaja de 7 puntos del Real Madrid. El Barcelona tiende a defender con la línea muy avanzada, para recuperar pronto y asfixiar al rival en su propio campo. Nunca una presión en campo rival fue tan precisa ni tan buena como la del equipo de Pep Guardiola. El equipo culé ha hecho de esa defensa tan adelantada un Masters de como presionar en bloque, recuperar rápido y obligar al rival a perder la pelota en zonas peligrosas. Todo un ejemplo. Pero, como todo en el fútbol y en la vida, tiene un pero. El pero es cuando le cazan a la espalda.

Recordemos Stamford Bridge. Messi pierde una pelota importante en medio campo ante Lampard. El inglés abre rápido hacia el costado, a la espalda de la defensa blaugrana (otra vez, el ataque a la espalda de un lateral ofensivo funciona). A eso, se le añade un cambio de juego efectivo, que obliga a bascular al Barcelona. Entra Ramires como una bala, y sorprende a toda la zaga blaugrana. Hay que armarse hacia atrás, Ramires la pone a contrapie de la defensa, con ventaja para Drogba, que remata en el segundo palo y hace gol.

Hoy, dos jugadas parecidas. El Barcelona con 2-0, un hombre más, y eliminatoria a favor, pierde una pelota cerca de la frontal del área del Chelsea. El equipo de Roberto Di Matteo sale con problemas, pero encuentra una vía de escape a la presión entre Ramires y Lampard. El brasileño conecta con el inglés, que aguanta ante el intento de anticipación de Mascherano. El argentino no corta la pelota, ni comete falta, y deja un gran espacio en la defensa de 3. Puyol acudió a tapar la banda, y defiende en línea con Busquets y Alves, que no llegan a la cobertura. El genial pase de Lampard para la incorporación de Ramires acaba en el mano a mano y la vaselina del canarinho, que hace el 2-1. Busquets no retrasó su posición para ser efectivo en las coberturas, hubo una defensa en línea, sin escalonamientos y Mascherano salió sin contundencia.

Verte con uno menos, haber perdido tu ventaja de la ida, y marcar da mucha fuerza mental. Te restan 45 minutos, y si te juntas líneas, defiendes con orden, y cuentas que sólo vas a salir a la contra 3-4 veces a lo sumo, además de que tienes que trabajar ante el mejor equipo del mundo, puedes tener alguna opción de pasar la eliminatoria. El Chelsea exageró su plan de juntar líneas y plantarlas en la frontal. El Barcelona se vio obligado a volver a entrar por fuera, algo a lo que no está acostumbrado, porque le pilla a “contra natura” de su concepción del juego de asociación por dentro, y ruptura con paredes por dentro, o profundidades y diagonales por fuera. Tener que atacar por fuera, con centros laterales, sin rematador claro, y sin poderío aéreo minaron mucho las opciones del Barcelona.

El Chelsea sólo tuvo opciones de montar alguna jugada de peligro por la derecha con Kalou/Mata, y por la izquierda con Drogba/Torres. La encontró en la fuerza del marfileño, y en la fe del madrileño. Balón largo de Bosingwa. Torres sólo contra Valdés. Recorte a la derecha, paciencia en la definición (no como en Old Trafford), y tercer gol en la Champions para “El Niño”. Busquets intentó llegar hacia atrás, pero la desesperación por buscar el gol de la clasificación volcó al Barcelona, y la contra lo mató.

3º clave – La horizontalidad del FC Barcelona

El FC Barcelona careció de profundidad e ideas. Cuando mejor ha jugado esta eliminatoria ha sido en los minutos finales de Stamford Bridge. Guardiola rectificó el plan inicial cuando vio que el Chelsea se juntó a 30 metros de la meta de Cech, como mucho. Abrió el campo, y pegó a la cal a Pedro y Cuenca. Mucha más profundidad con el de Reus, que es mucho más extremo que Pedro, que tiene más capacidad para jugar por fuera y por dentro, y naturalidad a ser la segunda punta de cualquier equipo. Cuenca aportó peligro por el flanco derecho, se asoció con los de dentro, y por eso hoy repitió contra el Chelsea.

Esta vez desde el once inicial, Cuenca volvió a aportar una asistencia, y fue un cambio equivocado, puesto que el Barcelona podía y debía atacar por fuera y buscar superioridades por los extremos. La defensa de tres sin laterales (Alves no se incorporó hasta los minutos finales por el costado derecho) no aprovechó a llegar a línea de fondo y buscar la entrada de la segunda línea del Barcelona, que siempre funciona para el gol. Apenas se crearon situaciones de desborde por banda. Ninguna superioridad. Siempre 1 vs 1. Tello, que reemplazó a Cuenca, pasó inadvertido, tras ser señalado en el Clásico. Tello iba a la izquierda, la banda inadvertida. Cuenca a la derecha, por donde el equipo catalán hacía daño real a los “blues”. De hecho, el canterano tuvo un mano a mano con Cech, que repelió a córner el meta checo.

El FC Barcelona recibió tres goles en el descuento en la eliminatoria.
Ese campo corto que planteó el Chelsea, y que hizo al Barcelona buscar los laterales del campo para encontrar los espacios, causó la horizontalidad del Barcelona. Muchas fases ofensivas de 15-20 pases en la frontal del área, sin avanzar, tal cual partido de balonmano. El Barcelona maduraba la jugada de un lado a otro, pero le faltaron dos cosas: Una, un delantero centro que fijase al centro de la defensa, y les obligara a dividir su atención. Dos, romper la defensa con más ritmo y hacer el campo más largo.

¿Cómo lo tenía qué hacer? Jugando hacia atrás. Si no puedo romper una defensa en profundidad, porque acumula hombres en el centro y trabaja bien las ayudas interiores, tengo que volver a empezar la jugada. Salir para poder volver a entrar. Al más puro estilo de baloncesto. Si juego a la zona, y no puedo penetrar, vuelvo hacia fuera y construyó. En fútbol igual, si no puedo avanzar, juego a las bandas, o vuelvo hacia atrás, sacó a la defensa rival unos metros, gano un espacio por delante, y rompo en velocidad. El Chelsea saldría poco de su área, apenas 5-10 metros. Espacio que podía ser necesario para evitar el fuera de juego y encontrar un pasillo por dentro, separando las líneas. Aparte, pocos tiros lejanos se le recuerdan al equipo de Guardiola. Al Barcelona le faltó eso para poder romper el ritmo del partido y meterle una marcha más. Cayeron de lleno en la trampa londinense.

4º clave – Los 10 minutos de Torres

Fernando Torres disputó sólo 10 minutos de la eliminatoria, con mucho peso específico en la misma. El fuenlabreño tuvo que trabajar para su equipo como un interior más, cuando el Chelsea defendía en una línea de 4, y 5 centrocampistas por delante de la defensa. En ocasiones, la defensa evolucionó a 6 defensores, y tres por delante de la misma. Un jugador poco acostumbrado a ese trabajo sacrificado de banda persiguiendo a un lateral debió trabajar mucho más.

Esos diez minutos el equipo catalán trabajó poco la zona de Ashley Cole y Torres, por donde había llegado el penalti. Todo el peligro era por la banda izquierda, entre asociaciones de Messi, Cuenca, Alves y Fábregas. La primera que el Barcelona obligó a trabajar en serio a Torres, acabó en pase al hueco para Alves. El brasileño la pone a la frontal para Alexis. El chileno marca, pero el gol se invalida por fuera de juego del brasileño. Llevaba 3 minutos en el campo, y Torres pudo marcar la eliminatoria en negativo por no tapar el espacio por dentro, y quedarse pendiente de que no le atacaran por fuera.

La horizontalidad del Barcelona y la ausencia de Isaac Cuenca, muy participativo, permitió al Chelsea defender cómodo y sin grandes sufrimientos los últimos diez minutos. Todos contamos con que el Barcelona te creará ocasiones por calidad y volumen de juego, pero el Chelsea redujo el número de tiros de 19 a 17 de la ida a la vuelta. Dato importante. Fernando Torres no sufrió un gran desgaste tapando su zona, y cuando le obligaron a defender hombre a hombre estuvo correcto, cortando varios 1 vs 1.

El madrileño se coronó en el partido con el despeje largo de Bosingwa, para que “El Niño” le quitara la nieve a la pelota con el control, y pudiera encarar con tranquilidad a Víctor Valdés. Torres hizo el gol que sentenciaba la eliminatoria, y él dejó en el aire una frase contundente al acabar el choque: “No siempre gana el mejor. No nos quedó más remedio que hacer esto para ganar, y lo hemos logrado con nuestras armas”, sentenció el 9 del Chelsea.

5º clave – Los fallos

Es cierto que el Barcelona falló muchas ocasiones. No siempre se tiene un ratio de efectividad alto, y cuando no lo tienes, es importante que logres defender bien para minimizar daños. El Barcelona no supo organizarse bien cuando fue exigido por el Chelsea. Y tampoco encontró la forma correcta de acabar las jugadas en gol. Dos palos en Stamford Bridge, el de Alexis en el primer tiempo, y el de Pedro Rodríguez en el segundo. Hoy, Messi tiró un penalti al larguero, y envió otra pelota al poste a falta de poco tiempo para el final. Al equipo se le achaca la Messidependencia. Messi no destacó en toda la eliminatoria por lo que ya hemos comentado. Mucho tráfico por dentro. Pocos balones claros para encarar en zonas limpias de rivales. Pocas opciones de dinamizar la jugada, de imprimir ritmo y encontrar los espacios con los que hace daño.

El FC Barcelona vuelve a quedarse fuera por poco, incluso da la sensación de que pasará al igual que con el Inter, cuando las dudas florecieron, y hubo grandes fichajes de inmediato para recuperar la ilusión. ¿Y si...? ¿Y si...? ¿Y si...?, se preguntarán muchos cuando piensen en que si Messi mete el penalti, si Valdes salta un centímetro más en la vaselina de Ramires, si el línea no señala fuera de juego de Alexis o si alguna de las ocasiones que se estrellan en el palo hubieran acabado dentro. Las hipótesis son miles, pero la realidad es una. El Barcelona no aprovechó, o no supo aprovechar sus ocasiones, muchas y buenas durante la eliminatoria, y tendrá que volver a casa con la cabeza alta. Su juego se mantuvo fiel a las ideas de Guardiola, Tito Vilanova y su equipo; y más allá de la eliminación de hoy, mantiene ese estilo de juego de posesión y control del balón que mata y asfixia a los contrarios.

También fue un fallo para el FC Barcelona permitir que un equipo con uno menos te empate un partido. Accidentalmente o no, el equipo de Guardiola se durmió en una acción de contragolpe en la primera parte, y el Chelsea cogió su billete a Munich con fuerza para no soltarlo nunca más. Nunca supo o encontró la manera el Barcelona de aprovechar su superioridad esta noche, y al final lo pagó. El segundo gol visitante es consecuencia de la necesidad de un gol para clasificase para la final del Allianz Arena el 19 de mayo, y al final, aunque sea una eliminatoria y es importante no recibir gol, era un gol lo que separaba al equipo de la final, y asumió los riesgos que merecía. Valiente como siempre el equipo de Pep. Hoy sin premio alguno.

Consecuencia – Volver a levantarse

Los discursos de Guardiola son inteligentes en estos últimos días. Se pasó cuatro años preparando a la gente para este momento. Para cuando un equipo ganador cayera de su pedestal. Nadie es invencible, ni hay imperio que dure 1000 años, y el FC Barcelona no iba a ser una excepción. Guardiola lo avisó. “Cada año será más difícil” “Hay que valorar lo que hace este equipo” “Estoy muy orgulloso de los jugadores”. Ahora que las victorias cesan, las críticas arrecian sobre el técnico. ¿Por qué Tello?, ¿Por qué Thiago?, ¿Por qué...?, critican sobre el de Santpedor tras estos tres últimos partidos derrotado. Ha tomado decisiones equivocadas este año, pero también ha contado con una plantilla más corta que antaño, sobre todo en la retaguardia.

El equipo se ha descosido atrás, sobre todo en las jugadas a balón parado, y en las contras, que no ha cerrado tan bien sus espacios atrás. De hecho, el segundo gol del Chelsea extraña, con Valdés en una posición tan retrasada cuando nadie cerraba la defensa blaugrana. Hubiera sido más lógico que Torres superase a Valdés antes, que jugara adelantado para evitar tanta separación entre la defensa y el meta, y recoger balones sueltos, despejados muy largos por el Chelsea para ponerlos en juego rápido. La zona más débil entre lesiones y ausencias este año ha sido la defensa, y ayer se vio. Incluso los descuentos de esta eliminatoria han tenido mucho peso. Los tres goles del Chelsea llegaron en el añadido, cuando suponen un golpe de efecto mayor para el que recibe el gol.

Guardiola decidirá su continuidad en los próximos días. La plantilla es unánime y desea que continúe con ellos.
Pero igual que ha preparado a la gente para la caída, también es simple y contundente en su mensaje: “Volveremos y nos levantaremos. El fútbol da otra oportunidad”. Un tipo ganador, trabajador y constante como Guardiola no se exaltó en la victoria. No esperen que ahora exaspere en la derrota. Su crédito, ilimitado. Hasta que él quiera. Los jugadores lo quieren, se sienten importantes bajo su mando. Da igual si el Barcelona juega con Muniesa, Montoya, Cuenca o Tello, o si prefiere hacerlo con Puyol, Xavi, Iniesta y Messi. Todos saben a lo que juegan, y lo que menos importa son los nombres. Sólo importa el estilo, cuidar el estilo. Ganar con un estilo, con una idea. Eso diferencia a Pep y Mou. Eso diferencia al Barcelona del resto.

El conjunto catalán ha aprendido a vivir independiente de los demás. Es autosuficiente en recursos, porque genera grandes futbolistas de primer nivel en casa, y lo que le falte lo suma en calidad con fichajes. Pocos, pero de calidad y rentables. Y todos, o casi todos, funcionan bajo la idea de Can Barça. El toque, la asociación, la dinámica de movimientos, la superioridad por dentro, para acabar por fuera, en un movimiento de engaño y distracción. Nadie desentona, ni es un solista por libre dentro de una afinada orquesta que comienza desde pequeño y te convierte en futbolista y hombre. Por eso, el mensaje de Pep y su continuidad son más vitales ahora que nunca. A cualquier ganador le motiva mucho partir con su idea propia desde atrás para volver a ser el mejor. Es la hora de que Guardiola demuestre que sabe encajar un golpe y un revés, y construir un nuevo proyecto ilusionante y revitalizado. Si sigue, habrá pocos retoques. Apenas bajas, y muchas altas para reforzar un equipo que hoy es corto de efectivos pero de gran calidad. Ha preparado a todos para la derrota, y si él abanderó la victoria, él deberá abanderar el retorno, y salvar las diferencias con Rosell para renovar.

domingo, 22 de abril de 2012

Barcelona y Madrid, nuevo duelo en la cumbre


Edición número 164 del clásico del fútbol español en Liga. En total, 191 veces se han visto las caras en partido oficial culés y blancos. Pero, en la Liga, como en todo en la vida, siempre hay días más importantes que otros. Mañana el Barcelona podría apretar la liga, o el Madrid podría conseguir medio título. Ya ocurrió en ocasiones anteriores, en las que uno u otro fueron campeones, escoltados en el segundo puesto por el eterno rival.



Fútbol Club Barcelona y Real Madrid vuelven a cruzar sus caminos, en un partido que viene a repetirse en los dos últimos años hasta la saciedad. En estas dos temporadas, blancos y culés se habrán cruzado hasta en 11 ocasiones, y aún podrían ser 12, si remontan sus cruces de semifinales de la Champions League. De vencer a Bayern y Chelsea, Munich acogería el 19 de mayo la final entre los dos colosos de nuestro fútbol, y el choque número 12 de ambos en este bienio, repartidos en Liga, Copa del Rey, Champions League y Supercopa de Europa.

Si reducimos todo a la competición que nos concierne, la Liga BBVA, Real Madrid y FC Barcelona son los grandes dominadores del campeonato nacional, con 31 y 21 títulos respectivamente en las 80 ediciones de la liga española. De estas 80 veces, en veinticinco ocasiones Real Madrid y FC Barcelona han acabado como campeón y subcampeón, con independencia del orden. Eso sí, el reparto es igualado, puesto que el Madrid ha sido campeón en 13 ocasiones, y el Barcelona ha logrado el título en las otras 12. Igualdad total para recibir mañana un duelo en la cúspide, que decantará el corto e intenso futuro de la Liga BBVA 2011/2012 para dilucidar su nuevo campeón.

Y es que de estas 25 veces en las que uno de nuestros gigantes fue campeón, y el otro le escoltó, hasta en 13 ocasiones, el cruce entre los dos ha sido decisivo. A veces por la escasa ventaja entre los dos, y otras por la cercanía del final de la temporada, lo que magnifica la dimensión del partido; la relevancia del encuentro llega a grandes límites. Mañana, por 14º ocasión, un enfrentamiento entre blaugranas y blancos será crucial.

Un título que esta vez sí parece ser que se decidirá en el cuerpo a cuerpo. Si ganan los azulgranas, habrá liga. 1 punto a recortar en 4 partidos. Si se imponen los madridistas, la sentencia al campeonato será casi un hecho. Los blancos tendrían 7 puntos de ventaja en caso de ganar, y sólo un milagro evitaría el alirón blanco en ese caso. El empate sería un triunfo para los blancos, que eliminarían su salida más difícil sin restar puntos a la diferencia de 4 actual.

25 temporadas, 14 dobles enfrentamientos fueron vitales

En las 80 ediciones de la Liga Española, 52 han sido para blancos y para culés, que juntos suman el 65% de los campeonatos en juego. La 81º Liga Española también caerá de uno u otro lado, pero hasta que no se conozca el desenlace, obviaremos hacer de adivinos y analizaremos el pasado exclusivamente, porque de 52 campeonatos ganados por los dos, 25 acabaron con una gran pelea entre blancos y culés sobre el césped.

En 16 de esas 25 temporadas, madridistas y barcelonistas se vieron las caras en las últimas 8 jornadas del campeonato. Algunas de ellas, la distancia era prácticamente insalvable para el segundo clasificado. En las primeras, hay que tener en cuenta que el campeonato liguero era mucho más corto, puesto que las primeras ediciones del torneo de la regularidad las disputaban 10,12, 14 o 16 equipos, lo que reducía mucho el margen de error de unos y otros.

A partir de la temporada 71/72, cuando el campeonato pasa a tener 18 equipos (serían 20 en la temporada 87/88); o cuando comenzó el sistema de puntuación de 3 puntos por victoria en la 95/96, los duelos entre Real Madrid y Fútbol Club Barcelona se han hecho mucho más frecuentes. Sirva de ejemplo que desde la temporada 71/72, ambos equipos ya han acabado el campeonato como primero y segundo en quince ocasiones, y que desde que cada triunfo suma 3 puntos, ya ha habido 8 campeonatos con Madrid y Barcelona en los dos puestos más altos de la tabla.

En este punto, reduciremos nuestra estadística a esas 25 ocasiones en los que el campeón dependía del resultado de los cruces entre blancos y culés. 52 partidos, incluídos el Play Off por el título de 1987, que dilucidaron quién sería el que levantase el trofeo de la Liga a final de temporada.

Hasta la temporada 1986/1987, dominio madridista

Primeramente, cabe señalar que marcamos esta referencia por ser la última temporada que se disputa con menos de 20 equipos en la Liga Española, lo cual marca el cambio del formato de competición, con 4 jornadas más a disputar, y el posterior paso a los 3 puntos por victoria. Antes de esa temporada, Real Madrid y Fútbol Club Barcelona habían vencido en 21 títulos para el lado blanco y 10 para el azulgrana. Aquella temporada, el Madrid también sería campeón, sumando el 22º título de su historia.

Hasta ese momento, 14 ligas, incluyendo esa temporada 86/87 habían sido copadas por Real Madrid y FC Barcelona en los primeros puestos del campeonato. De esas 14, 10 cayeron del lado blanco, y 4 para los blaugranas, con 8 ligas en las que los enfrentamientos directos marcaron el campeonato.

En la temporada 28/29, primera de la historia, el Barcelona era campeón de Liga, tras remontar 3 puntos de distancia al Real Madrid, y vencer con dos de diferencia el campeonato. Los blancos ganarían 1-2 en la primera vuelta, mientras que los azulgrana devolverían la jugada con una victoria por la mínima en territorio blanco.

A partir de ahí, las temporadas 44/45, 54/55, 59/60, 63/64, 66/67, 67/68, 75/76 y 77/78 verían como el doble enfrentamiento entre unos y otros marcaría el campeonato muy acentuadamente. Del lado blaugrana se irían las ligas 44/45 y 59/60, que los azulgrana vencerían con un punto de ventaja en el primer caso, y por el goal average general en el segundo caso. En la primera temporada, el equipo catalán perdería por la mínima en Madrid, pero una contundente manita a falta de 6 jornadas para el final le daría la ventaja en la pelea por el título. En la 59/60, el empate a puntos y en el goal average particular, con 2-0 en Chamartín, y 3-1 en el Camp Nou, se desharía por el goal average particular, en el que el Barcelona tenía + 58, y el Real Madrid +56. Además, hay que sumar el mérito de recortar los 4 puntos que separaban a unos y otros al final de la primera vuelta. Los azulgrana también se harían con la liga del 59, con 4 puntos de ventaja sobre los blancos, pero con enfrentamientos en la mitad de cada vuelta, con margen para la maniobra de unos y otros.

En el lado madridista, cayeron 10 ligas en ese periodo. Las temporadas 53/54, 54/55, 61/62, 63/64, 66/67, 67/68, 75/76, 77/78, 85/86 y 86/87 se tiñeron de blanco merengue. Algunas especiales, como la temporada 63/64, en la que los blancos recortan los dos puntos de ventaja que manejaban los culés al final del primer turno del campeonato, y les sacan 4 a final de liga. Sobre todo, por vencer a falta de 4 partidos en el Camp Nou, por 1-2, que le pondría la Liga en bandeja para la siguiente jornada. Y otras en las que el Atlético, el Athletic, el Valencia, e incluso Las Palmas se metieron por medio para disputar la liga con blancos y blaugranas, en las que había que pelear en dos frentes, aunque muchos acababan por desfondarse en el último tramo. También en las ligas del 55 y del 68 el Madrid sumó dos valiosos empates a falta de pocas jornadas para el final en territorio azulgrana, que le sirvieron para alzarse con el título. Y en la última del 87, con playoff incluido, el Real Madrid le da la vuelta a los dos puntos de ventaja del FC Barcelona en la 1º vuelta y gana la liga con 66 puntos, 3 más que el Barcelona.

A partir de la 87/88 cambian las tornas

Desde ese momento, el FC Barcelona ha ganado 11 ocasiones la Liga española, y el Real Madrid 9 veces. Y al igual que el dominio blanco era apabullante, con las últimas tres ligas de la Quinta del Buitre, la aparición del Dream Team hizo cambiar las tornas. Llegaron las ligas de Tenerife, en las que el FC Barcelona remontó al Real Madrid la liga, además de pelear con un Atlético de Madrid fortísimo en la temporada 91/92 y un sorprendete Deportivo de La Coruña en la siguiente temporada. El club catalán logró darle la vuelta a la situación en el último suspiro, aunque los enfrentamientos entre unos y otros no marcarían la pauta en el campeonato, por lo temprano de su disputa.

Pero en otros casos más recientes, serían decisivos. Como la temporada 96/97, en la que el Real Madrid visitaba la Ciudad Condal con 8 puntos de diferencia a falta de seis jornadas. Si el Madrid ganaba, la liga quedaba tocada, como hasta ahora, pero un gol de Ronaldo, que desaprovechó un penalti para esperar que Figo recogiera el rechace, y se la diera para batir a placer a Illgner, apretó todo en la tabla. El Barcelona creyó más cuando el Madrid se dejó una nueva derrota en San Mamés por 1-0, que al igual que este año, es un campo que falta por visitar a los blancos. Y la distancia era de 2 puntos a falta de 3 jornadas, pero un tropiezo blaugrana en Alicante permitió que el Madrid fuera campeón tras ganar esa jornada, y la siguiente.

También hemos visto como el Real Madrid le ganó una liga al Barcelona por el goal average particular, con la famosa “Liga del Clavo Ardiendo”. A falta de 12 jornadas, los blancos estaban a seis puntos del líder, el club dirigido por Frank Rijkaard, que se encaminaba a la tercera liga consecutiva. Pero el título cambió de manos cuando los blancos apenas fallaron en el tramo final de liga, mientras que el Barcelona comenzó a dejarse puntos vitales por el camino. Los blancos recortaron los seis puntos de ventaja con los que salieron los azulgrana del Camp Nou, y ganaron aquella liga por ese doble enfrentamiento, que aunque fuera en la 7º y 26º jornada, decidió el campeonato. Ganó el Madrid en casa con goles de Raúl y Robinho. Empató a 3 en feudo barcelonista, con dos goles de Van Nistelrooy, uno de Sergio Ramos, y el hat trick de Messi para igualar el choque, en el primer gran clásico del argentino.

También ha habido grandes historias para los blaugranas, que en las temporadas 08/09 llegaron con el agua al cuello al Bernabéu. En la primera temporada, el Madrid recortó 12 puntos de distancia, hasta dejarlos en 4 en la víspera del Clásico, a 5 partidos de la conclusión de la Liga. El Madrid se adelantó con gol de Higuaín en casa, pero un sensacional Barcelona, el del sextete, logró darle la vuelta y llevarse una histórica victoria a casa, el famoso 2-6 del 2 de mayo de 2009.

Al año siguiente, la situación no era muy distinta. Esta vez el Real Madrid era el líder, empatado a 77 puntos con el FC Barcelona. El partido se convirtió en una gran final por el título, con el tercero muy despegado de los dos colosos, a pesar de que faltaban 7 partidos para acabar la temporada. Los catalanes se impusieron por 0-2, con goles de Leo Messi y Pedro Rodríguez, en un día que fue la sentencia final para Manuel Pellegrini, a pesar del buen juego y la gran marcha del Real Madrid durante la competición de la regularidad. Ambos se calcaron el tramo final de liga, con 6 victorias y 1 empate, aunque el FC Barcelona empató dos jornadas después del clásico, y dejó todo en vilo hasta la última jornada, donde el Madrid no pudo ganar en Málaga, y el equipo de Guardiola si lo hizo en casa ante el Valladolid. Esta noche, volveremos a revivir uno de estos grandes duelos entre blancos y culés.

25 Ligas con Real Madrid y FC Barcelona en los dos primeros puestos
Apartado
Estadísticas Real Madrid
Estadísticas FC Barcelona
Campeonatos
13
12
Subcampeonatos
12
13
Duelos Directos
52
52
Victorias
18
21
Empates
13
13
Derrotas
21
18
Goles a favor
70
84
Goles en contra
84
70
Máxima Diferencia Puntos
11 (85/86)
12 (05/06)
Mínima Diferencia Puntos
0 (06/07)
0 (59/60)
Más veces Tercero
Athletic Bilbao (6)
Máxima Diferencia con Tercero
15 puntos (Deportivo, temporada 96/97)
28 puntos (Valencia, temporada 09/10)
Mínima Diferencia con Tercero
4 puntos (Las Palmas, temporada 67/68)
2 puntos (At. Madrid, temporada 91/92)
Victoria más abultada
5 – 0, temporada 53/54
5 – 0, temporadas 44/45, 10/11
Derrota más abultada
5 – 0, temporadas 44/45, 10/11
5 – 0, temporada 53/54

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