martes, 23 de abril de 2013

Caminos paralelos destinados a cruzarse


La Champions League nos deleita con dos duelos de alta alcurnia entre los cuatro mejores equipos del continente. Por un lado, el arrollador dominio de Barcelona y Bayern en el campeonato doméstico. En la otra parte del cuadro, los perseguidores, los últimos campeones de Liga en sus países, dos equipos verticales encarnados en el Madrid y el Dortmund.



Cruces apasionantes. La expectación suscitada en el sorteo de la Champions League celebrado el viernes 12 de abril de 2013 en Nyon fue tremendamente provechosa para la UEFA. Tras años celebrando en un mismo sorteo los emparejamientos de cuartos de final y semifinales, esta temporada la UEFA optó por separar ambos, dividiendo la atención del espectador y concentrando la emoción en las famosas 'bolitas de la suerte'. Hasta en eso, son eficientes e inteligentes, y han sabido vender dos emparejamientos entre clubes cortados por el mismo patrón.

Caminos paralelos: el hombre y su reflejo

Bayern Münich, FC Barcelona, Real Madrid, y Borussia Dortmund son equipos que en los últimos años recorren senderos paralelos, y ahora, la máxima competición continental fuerza a cruzar esos caminos. Por un lado, la posesión y el dominio sin apenas resistencia que han tenido a lo largo de esta campaña en la Bundesliga y en la Liga BBVA tanto bávaros como azulgranas. Y en la otra semifinal, los dos actuales campeones de España y Alemania, ahora mismo segundos de la Liga, a gran distancia del líder (en Alemania, el Bayern ya es campeón), y con la Champions como el máximo objetivo a conquistar para dos escuadras que ya se conocieron en el primer baile de la fase de grupos.

Caminos que vienen siendo idénticos hace ya largo tiempo. Más en el caso del Bayern Münich con el Barcelona. El equipo bávaro, tras años de repetidos sinsabores en Europa y de ver como la Bundesliga ya no era su coto exclusivo de conquista, tocó fondo en la campaña 2006/2007. Incapaz de ganar el título y fuera de la Champions League, el equipo buscó su particular reconstrucción con el fichaje de Frank Ribery, que junto a los que ya estaban como Lahm, Van Buyten o Schweinsteigerempezaron a formar la columna vertebral de un Bayern Münich que ha visitado la final de la Champions en dos ocasiones en tres años.

El Bayern, la reconstrucción del gigante

Los máximos dirigentes bávaros, como Hoënness, Rummenigge, o Breitner le dieron un salto cualitativo al Bayern importante, fijándose en la manera de actuar del Barcelona. Una fuerte y saludable cantera, que ha dado frutos como Lahm, Schweinsteiger, Kroos, Müller, Badstuber, Weihrauch y Emre Can, actuales miembros del primer equipo surgidos de los complejos de entrenamiento que posee la entidad bávara.

Ha sido un proceso lento desde que en 2001, Effenberg y Kahn, colosos del gigante bávaro, levantaran la última orejona de la entidad muniquesa, que había perdido las finales de 1982, 1987 y 1999 tras ganar las del 74', 75', y 76' de manera seguida.El equipo entró en declive, no pasando de cuartos de final en 2002, y quedándose fuera de la Champions League a las primeras de cambio en la siguiente temporada. El fruto ha tardado, pero ha aparecido en forma de resurgimiento total de un gigante que estaba dormido. Así lo atestiguan sus dos finales en Madrid y en Münich, en las que cayó derrotado ante Inter de Milán y Chelsea.

Entre los cuatro equipos, suman 18 Copas de Europa
Especialmente dolorosa la última, en su ciudad, ante su afición, y siendo derrotados en la tanda de penaltis, cuando estuvieron rozando la copa con la yema de los dedos. Didier Drogba, en los últimos instantes del partido, dio alas a los londinenses, que con su estilo aguantaron en la prórroga las embestidas muniquesas y supieron estar más inspirados desde los fatídicos 11 metros que decidieron al actual campeón de Europa.

Este es un Bayern que tiene sus propias raíces, pero ha encontrado en el FC Barcelona al espejo en el que mirarse. El destino ya les cruzó en 2009, cuando el conjunto culé eliminó en cuartos a los teutones por 5-1 en la eliminatoria. Pocos fichajes, pero contrastados, y cantera o producto nacional en la mayoría de casos para potenciar la plantilla. Cuenta con 14 alemanes en plantilla, de los que 8 son internacionales absolutos con Alemania, y piezas vitales en la selección germana; y con 12 extranjeros, todos ellos nombres de relumbrón y calidad, como Robben, Shaqiri, Javi Martínez, Ribery, Dante, Mandzúkic, Alaba o Pizarro.

Pero no sólo porque la cantera sea protagonista, y haya mucho alemán en su plantilla se acaban las similitudes entre Barcelona y Bayern Münich. También están los números de dos equipos que son el máximo exponente del fútbol en sus ligas, líderes con solidez y con su propio estilo, marcado por la tenencia de la posesión en muchos momentos del partido. Salvando las distancias entre azulgranas y bávaros, el Bayern opta por seguir la filosofía del juego de los de Tito Vilanova, tomando la pelota, moviéndola con soltura y alegría, con un centro del campo con Javi Martínez, Schweinsteiger y Kroos (lesionado hasta final de temporada) capacitado para ello, aunque mucho más vertical y mordaz en muchas ocasiones, y con la presencia de las torres Mario Gómez - Mario Mandzúkic como finalizadores de área.

Ya el año pasado sufrieron tanto Barça como Bayern al Chelsea como castigo final a su trayectoria europea, y son equipos con un estilo de juego parecido, y un esquema que podría considerarse similar. Una eliminatoria que tiene escasos precedentes, con dos a favor del Bayern y una a favor del FC Barcelona. En el año 96, las semifinales de la Copa de la UEFA medían a catalanes y alemanes. Avanzó a la final el Bayern Münich, ganando 1-2 en el Camp Nou, y empatando a 2 en el Olympiastadion de Münich. En el año 99, la fase de grupos de la Champions les encuadró junto a Manchester United y Bröndby IF. Los bávaros vencieron en ambos duelos. Y en la última, los cuartos de la temporada 2009, esta vez era el Barcelona el que se llevaba el gato al agua, ganando  4-0 en la ida y sentenciando en el Allianz Arena con un empate a 1. Una eliminatoria con sabor a fútbol del grande.

El Borussia quiere emular la gesta del 97

Hace 16 años, Ottmar Hitzfeld se sentaba en el banquillo del Olympiastadion de Münich sin saber lo que 90 minutos después iba a depararle el destino. A las 20:45 de un 28 de mayo, Borussia Dortmund y Juventus eran los rivales por la Champions League en la final de Münich. Dos goles de Karl-Heinz Riddle en apenas cinco minutos ponían en franca ventaja el título a los borussens antes del descansoAlessandro Del Piero, con un taconazo que quedará en los anales de la historia como uno de los grandes goles de la Champions League, recortaba diferencias con media hora de partido por delante; hasta que un jovencísimo Lars Ricken, salido del banco de suplentes dos minutos antes, y con una amarilla en su haber de manera rapidísima, batía con un gran gol de vaselina desde 30 metros a Ángelo Peruzzi. Era el punto y final al capítulo más glorioso de la historia del campeón alemán del año anterior.

El Barça disputó las finales de 2009 y 2011; el Bayern las de 2010 y 2012. ¿Quienes serán los finalistas?
Hoy, esa gloria queda lejos, tras años deambulando por la Bundesliga, en pos de recuperar el pulso de una entidad histórica, con una de las mejores y más ruidosas hinchadas del planeta. En el olvido quedan ya la final de la UEFA de 2002 perdida ante el Feyenoord en Rotterdam, o la grave crisis económica que casi lleva al equipo a la desaparición. Hans-Joachim Watzke, presidente de los Schwarzgelben, recondujo a la entidad a sus buenos números económicos. Y Jürgen Klopp ha sido el hombre milagro en los banquillos para recuperar el brillo de esta histórica entidad de la cuenca del Ruhr.

'Kloppo' y los suyos, después de conquistar Alemania dos temporadas de forma consecutiva, aspiran a dar la sorpresa en Europa.Una escuadra joven e ilusionante, en la que el talento de Götze, el oportunismo de Reüs y la frialdad en el área de Lewandowski conjugan en una bonita sinfonía futbolística con la elegancia de Hümmels, la velocidad de Pizscek y la batuta de Ilay Gundögan. Es este un equipo de variados recursos y registros, capaz de camuflarse en cordero y saltar a la yugular rival cual lobo en un contragolpe letal; o ser el conjunto con la capacidad y personalidad suficiente para dominar las situaciones y llevar el peso del partido.

El proceso para reinventarse ha sido largo, pero ha merecido la pena. El Borussia Dortmund ha encontrado en su esencia su auténtica forma de ser, lo que le ha convertido en ‘la chica guapa de la clase’. Media Europa observa el Signal Iduna Park con atención cada dos fines de semana, en constante observación de lo que sucede con el conjunto borusser cada vez que tiene partido.

Bávaros, madridistas y blaugranas ya fueron semifinalistas la temporada pasada. El campeón fue el Chelsea, el ausente del anterior cuarteto
Ante el Real Madrid, tendrá una prueba dura, que ya aprobó con nota en la primera fase de la Champions League, pero ahora todo será una historia muy diferente. Dos equipos prácticamente calcados. Laterales largos, una contra mortal, transiciones veloces, capacidad para tocar la pelota cuando se requiere, solidez defensiva, compromiso colectivo total. El Dortmund ha demostrado tener la suficiente personalidad para plantar cara al todopoderoso Real Madrid, lanzado hacia la busca de una nueva final europea. Pero ahora deberá manejar el vértigo que supone estar en el alambre, frente al elemento diferencial entre ambos equipos. Cristiano Ronaldo. El portugués quiere resarcirse de no haber podido alcanzar las finales en los últimos años, y busca sumar la segunda Champions a su palmarés. Más allá del precedente de este año, existe el famoso cruce de 'la portería del fondo sur', derribada por los ultras madridistas subidos a la valla. El Madrid ganó en casa 2-0, y terminaría pasando la eliminatoria para conquistar la Séptima en Ámsterdam.

Real Madrid y FC Barcelona, la final soñada

Para muchos españoles, la final deseada. Es el partido que todos tratan de imaginar y de dibujar en sus mentes. El duelo que sólo Bayern Münich, en los penaltis; y Chelsea, con su defensa numantina, pudieron evitar; en lo que hubiera sido la segunda final de la Champions League entre equipos españoles de la historia de la competición. Quizás, la más esperada por muchos aficionados en nuestro país, y una buena legión de seguidores extranjeros. Puede que el último escalón que le queda al fútbol español a nivel de clubes por conquistar, conseguir que sus dos mejores clubes se vean las caras en la final de Champions, emulando la de París en 2000. Seguramente, la mejor de las finales posibles esta temporada.

Este año podría haber final española, pero el predominio y el favoritismo más grande ya no recae sobre el FC Barcelona. Las miradas se centran en el lado teutón, donde el Bayern Münich llega en forma, con la Bundesliga en el bolsillo y con alternativas por doquier para hacer daño tanto a azulgranas como a su posible rival en la final. El otro gran favorito para llegar a la final, por peso, por historia, por experiencia, y por nombre es el Real Madrid, que tira de galones en su semifinal ante el Borussia Dortmund, aunque la diferencia en el campo no es tan grande como sí fuera del verde.

Sea como fuere, este año existe un gran respeto al rival en los dos conjuntos españoles. No quieren verse en Wembley levantando la ‘Orejona’ antes del ansiado momento el 25 de mayo. Por eso, la final soñada deberá ser un sueño para ambas aficiones, que se topara con la realidad de tener que superar un escollo de habla alemana y dificultad extrema.

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