De acuerdo a lo visto ayer, ni el Madrid se siente favorito ni el Barcelona en desventaja. El Madrid, sabedor de que ha podido preparar mejor el primer tramo de la temporada con todos sus efectivos disponibles desde el primer momento, a pesar de los contratiempos en forma de lesión para los recién llegados Sahin y Altintop. Llega en mejor forma al doble choque, sin embargo, nadie proclama abiertamente esa obviedad. Mourinho tiró de datos en rueda de prensa. 26 sesiones de entrenamiento realizadas desde el lejano 6 de julio. 7 partidos amistosos disputados. Y todos finalizaron en victoria.
Buenas sensaciones de los nuevos Varane, Callejón y Coentrao, los únicos fichajes que de momento han podido debutar en el Real Madrid. Además del bloque que ya formó el Real Madrid el año pasado de la mano de Mourinho, el segundo año del portugués (Mis segundos años siempre son mejores) puede ser espectacular. Hoy, empujado por su público, el Madrid quiere dar el primer golpe para hacerse con el título y marcar territorio desde los albores de la temporada.
Respecto al partido de hoy. El Madrid viene con el equipo de gala. Casillas; Marcelo, Ramos, Carvalho, Pepe; Alonso, Khedira, Özil; Coentrao/Di María, Ronaldo, Benzemá. La única duda proviene por parte de Coentrao o Di María. Un futbolista más trabajador, con mayor recorrido para tapar a Messi y Alves en la izquierda como el portugués ex Benfica, o un futbolista ofensivo, de 3/4 de campo, que viene de la Copa América, imaginativo y peligroso como el argentino, también ex Benfica.

El FC Barcelona llega a la ida de la Supercopa con más dudas. Quizás no tanto en su estilo, definido totalmente, ni tanto en los resultados, a pesar de no haber logrado igualar el registro de victorias madridistas en pretemporada. Las dudas del FC Barcelona residen en su rodaje. Messi, Mascherano, Alves, y Alexis vienen de disputar la Copa América, y llegan con poco volumen de trabajo a la cita. Para un partido de tal intensidad, llegar sin ritmo de partidos nunca puede ser bueno. Puyol no participa. Piqué anda lento y Xavi tocado. No son ni mucho menos las mejores condiciones para afrontar un duelo ante tu máximo rival.

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