jueves, 2 de febrero de 2012

El TSJM admite parcialmente el recurso de Señales de Humo contra el plan urbanístico del Calderón – Mahou

El Tribunal de Justicia Superior de Madrid echó por tierra el mega proyecto del ayuntamiento de Madrid, que pretendía hacer cuatro torres de hasta 30 plantas en el suelo que ahora ocupan la antigua fábrica de Mahou y el Estadio Vicente Calderón.


El plan urbanístico diseñado por el Ayuntamiento de Madrid, junto a Mahou y Club Atlético de Madrid, por el cual cedían los terrenos de sus instalaciones para la construcción de 4 torres de edificios de hasta 30 plantas de altura, más espacios verdes e instalaciones de uso terciario, entra en un pequeño paréntesis. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, a través de la Sala Primera de lo Contencioso – Administrativo, ha estimado parcialmente el recurso de la asociación Señales de Humo, opositora a la gestión de la familia Gil.

La sentencia, con fecha del 20 de enero, estima parcialmente el recurso, amparado en que el Plan General de Ordenación Urbana del Calderón – Mahou “no es conforme a Derecho”. Cabe recordar que el Gobierno regional de Esperanza Aguirre aprobó en Diciembre de 2009, una modificación puntual del PGOU madrileño para permitir el derribo de la fábrica de cervezas y del actual estadio del Atlético de Madrid.

El recurso presentado por Señales de Humo contemplaba, además, varios aspectos en los que se vulneraba la actual Ley del Suelo de Madrid. En concreto, apuntaba a que el proyecto sólo buscaba favorecer el interés del Atlético, con la consecuencia de poder evitar una pérdida de votos, y de la ocultación del proyecto a la Información Pública, como obligación legal por parte del Consistorio Madrileño. También se recurrió contra la inviabilidad del proyecto por la falta de solvencia económica de las partes, y por la altura de las edificiaciones propuestas.

La sentencia, recurrible por las partes mediante recurso de casación en un plazo de diez días ante el Tribunal Supremo, sólo admitió a recurso la vulneración de las alturas edificables recogidas en el PGOU, que recoge que “todas las nuevas edificaciones deberán tener un máximo de altura de tres plantas más ático, incluida la planta baja, plantas retranqueadas y semisótanos que sobresalgan más de un metro”. La ley acepta alguna salvedad para determinados edificios, pero la Sala no ve motivos para hacer tal excepción con edificaciones excepcionales bien motivadas y explicadas. Todo con el objetivo de “impulsar un nuevo modelo de ciudad más humano, y acorde a las aspiraciones de calidad de vida de la sociedad madrileña”.

El proyecto que se pretendía

Atlético y Mahou, cuando propusieron la venta de sus instalaciones al equipo de gobierno de Ruiz Gallardón, en el año 2007, calculaban unos 260 millones de beneficio totales, por la venta de los terrenos y la explotación para construcción y venta de pisos posterior. Pero el estallido de la Burbuja Inmobiliaria y la crisis económica del país dieron un bajonazo grande a sus aspiraciones.

Las partes renegociaron el acuerdo, en el que Atlético y cervecera tenían que pagar el 60% de las obras de soterramiento de la M-30 a su paso por el Calderón, unos 40 millones, a los que hay que sumar la total edificicación de la zona, unos 50 millones en total. El Atlético también tenía que hacer frente a la construcción de su nuevo estadio, con un coste de 160 millones de euros, y la construcción de una pista olímpica, en caso de que Madrid saliera como sede olímpica, al igual que ahora.
El Tribunal de Justicia Superior de Madrid echó por tierra el mega proyecto del ayuntamiento de Madrid, que pretendía hacer cuatro torres de hasta 30 plantas en el suelo que ahora ocupan la antigua fábrica de Mahou y el Estadio Vicente Calderón.


Todo ello para la construcción de pisos en lo que es el actual solar de la Fábrica de Cervezas de Mahou, cuya demolición comenzó en abril del año 2011, de lo que se encarga la constructora FCC (Fomento, Contratas y Construcción), a los que el Atlético de Madrid vendió sus derechos inmobiliarios a cambio de la construcción del nuevo Estadio, a coste cero para el club, pero sin ningún tipo de beneficio económico, puesto que la explotación de los terrenos del Calderón tras su venta y demolición sería competencia de la constructora.

Gil Marín: “La sentencia no afecta al Atlético”

Tras conocerse la sentencia, todo el mundo acudió a preguntar al consejero delegado del Atlético de Madrid, y máximo accionista del club, Miguel Ángel Gil Marín. “Esto es un tema entre Mahou, FCC y Ayuntamiento. No tenemos nada que ver en ello, pero la sentencia tiene razón”, dijo el dueño del Atlético, y condenado a pagar más de 100 millones de euros a Hacienda el año pasado por los desmanes económicos de la familia mientras su padre fue alcalde de Marbella.

El dueño del club entendía que la sentencia, a pesar de paralizar temporalmente las obras hasta su resolución, confirmaba el plan que se aprobó. La Comunidad fijó por Ley que la altura máxima de los edificios era de tres alturas más ático. No puede aprobar ea norma y luego justificar edifico a edificio la exención. Para nosotros queda consolidada la venta a Fomento", sentencia Gil Marín.

Tras la venta de sus derechos inmobiliarios a FCC, el máximo accionista del Atlético considera que ahora serán Mahou y FCC los que tendrán que ocuparse del recurso de casación y de presentar un nuevo plan parcial, de acorde con la ley. “Puede que las zonas verdes se tengan que reducir para cumplir con la ley de edificabilidad y la altura de los edificios sea la correspondiente”, expresó finalmente el antiguo estudiante de veterinaria, y heredero del fallecido Jesús Gil.

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