La vida siempre es justa. Lo que en un momento nos quita, en otro nos lo devuelve. El caprichoso destino le quitó a Zambia una de sus mejores generaciones de futbolistas en un accidente aéreo en 1993. Hoy le devuelve la sonrisa a este país africano, que alza su primer título continental, tras dos finales perdidas. Los “Chipolopolos” vencen 8-7 a Costa de Marfil en los penaltis y se coronan Campeones de África.

Zambia había disputado dos finales, en 1974 y en 1994, que perdió ante Zaire (2-2 en el primer partido, y 2-0 en el desempate), y 2-1 ante Nigeria respectivamente. Zambia había perdido una generación de jugadores irrepetibles en 1993, en un accidente aéreo en Gabón, cuando partían a disputar un partido de clasificación para el Mundial de Estados Unidos. Todos los pasajeros y tripulantes de aquel avión militar de Zambia murieron en el accidente, el cual sumió al fútbol del país en una grave crisis, a pesar de lograr un subcampeonato y un tercer puesto en las dos ediciones posteriores de la Copa de África. Y hoy Zambia, con un equipo repleto de jugadores de ligas africanas, es el nuevo campeón africano. La nueva Reina de África.
Para llegar hasta aquí, Zambia no encontró un camino fácil. Invicta en el torneo, con 4 victorias y dos empates, incluido el 0-0 de la final. Venció a Senegal y a Guinea Ecuatorial, y empató con Libia en la fase de grupos; eliminó a Sudan en cuartos de final por 3-0, y se coló en la final después de imponerse a Ghana por un pírrico 1-0. Y hoy estaba en frente Costa de Marfil, una de las selecciones más potentes del continente africano, y favorita en la final.
"Los Elefantes" llegaban a la final después de ganar sus 5 partidos anteriores, y dejar en el camino a Sudán, Angola, Burkina Faso, Guinea Ecuatorial y Mali. Una retahila de víctimas nada desdeñable. Los marfileños tenían gratas experiencias más recientes en la competición continental africana, de la que fueron campeones en 1992 y subcampeones en 2006. En ambas finales, el resultado se decidió en la lotería de los penaltis. En el 92, Costa de Marfil venció a Nigeria por 11-10, y hace 6 años, Egipto derrotó desde los 11 metros a los marfileños por 2-4. Costa de Marfil comparecía en otra final sin saber que no podría evitar los lanzamientos desde los 11 metros para decidir al campeón.
Zambia no tenía miedo. Costa de Marfil asfixiada en la presión
Zambia volvía a una final 18 años después, y no notó la presión en ningún momento ante Costa de Marfil. Las Balas de Cobre salieron a por todas ante los Elefantes, y sorprendieron en el primer cuarto de hora con una presión alta, que llaman ahora los expertos. Los de verde apretaron en todo el campo a Costa de Marfil en la primera fase de partido, y enseñaron sus cartas a los hombres de Zahoui, que se veían superados y dominados.
De hecho, la primera gran ocasión fue en el primer minuto para Sinkala, que recogió un rechace en el área que despejó Copa fuera. El partido empezó tan eléctrico que “cortocircuitó” al lateral Musonda, que tuvo que retirarse del campo entre lágrimas desconsoladas de dolor por problemas musculares. En su lugar entraría Nyambe. Después, Mayuka volvió a avisar con un cabezazo cuando se cumplía el primer cuarto de hora de la final, y Costa de Marfil despertó de su inoportuno letargo.

Los hombres importantes de los marfileños comenzaron a tomar el mando en la zona de máquinas del partido y Costa de Marfil, a pesar de que no ofrecía una gran solidez defensiva, si que daba sensación de poder crear peligro cuando los Yayá Touré, Kalou, Gervinho, Drogba o Tioté se acercaban a las inmediaciones de Mweene. Ya con ambas metidas con sus armas en la final, se presentó el segundo tiempo como un bonito intercambio de golpes, a ver quién encajaba más golpes, y quién los aguantaba mejor.
Drogba pudo sentenciar en el segundo periodo
Zambia mantenía esa presión arriba y asfixiante que complicaba la vida a Costa de Marfil cada vez que quería comenzar la jugada desde atrás, con la pelota bien jugada desde los centrales hasta Drogba. La presión de los “Chipolopolos” obligaba a Costa de Marfil a las imprecisiones constantes en los pases cada vez que iniciaba la acción ofensiva desde atrás, lo que Zambia intentaba castigar con ataques vertiginosos cuando recuperaba la pelota en las cercanías de la meta de Barry Copa.
De hecho, las primeras ocasiones de la segunda mitad fueron para Zambia, pero sin excesivo peligro para los intereses marfileños. Costa de Marfil, con pocas ideas, esperaba una genialidad, influenciada por la entrada del desequilibrante Gradel al campo, y que tuvo en sus botas cuando Sunzu salvó un pase de la muerte de Max Gradel para Drogba. En el minuto 69 de partido, Costa de Marfil dispuso por medio de Drogba la ocasión de la final. Chansa se nubló dentro del área y empujó a Gervinho. El árbitro no dudó y señaló la pena máxima, que Drogba se encargó de lanzar. El atacante del Chelsea tuvo la ocasión de adelantar a los suyos en el marcador, pero lanzó el penalti arriba de la meta de Mweene. Era el segundo penalti que Drogba fallaba en la Copa África.
El error en el lanzamiento del penalti metió el miedo en el cuerpo a los equipos, conscientes de que un fallo podía valer quedarse sin título. El miedo era una reacción consciente al tremendo esfuerzo físico de ambos equipos, en una final llena de intensidad y chispa, aunque falta de imaginación y fútbol en los metros finales. Sin embargo, Lungu y Gradel perdieron el miedo antes que los demás en los minutos finales, y protagonizaron sendas ocasiones que no acertaron a materializar por poco. El de Zambia disparó fuera por poco desde lejos, mientras que el marfileño no acertó con la meta de Mweene tras la prolongación de cabeza de Bony. La prórroga era el siguiente acto de la final, consecuencia de la falta de acierto de los contendientes.
Una prórroga de infarto. Una tanda de penaltis de locos

Sinkala por las “Balas de Cobre”, y Gradel para los “Elefantes” reclamaban su cuota de protagonismo antes del final del primer tiempo del tiempo extra, con sendas ocasiones que no acertaron a finalizar correctamente. El primer tiempo acababa fuerte, pero el segundo comenzó aún más eléctrico y más vivo. El choque se perdió en un correcalles, en la mejor fase del partido, en el empeño de mantener ese cuerpo a cuerpo tan bonito. Las ocasiones iban y venían de un área a otra, y la velocidad se hacía presa del juego. Tras un breve respiro, hubo una última ocasión para cada equipo. La selección de Zambia la tuvo con Kabala, pero su potente disparo lejano se marchó lejos del marco de Copa. Gradel fue el protagonista de la última oportunidad de los marfileños, pero no aprovechó el regalo de Mweene en su salida.
Llegaban los penaltis, por lo que el empate a cero no se movió en los 120 minutos de partido.

Tanda de penaltis: 0-1, Tioté; 1-1, Chris Katongo; 1-2, Bony; 2-2, Mayuka; 2-3, Bamba; 3-3, Chansa; 3-4, Gradel; 4-4, Féliz Katongo; 4-5, Drogba; 5-5, Mweene; 5-6, Tiené; 6-6, Sinkala; 6-7, Ya Konan; 7-7, Lungu; 7-7 (Fallado), Kolo Touré; 7-7 (Fallado), Kabala; 7-7 (Fallado), Gervinho; 7-8, Sunzu.
Zambia (8): Kennedy Mweene, Davies Nkausu, Stoppila Sunzu, Hichani Himoonde, Joseph Musonda (Henry Nyambe, m.12 (Felix Katongo, m.74)), Chisamba Lungu, Nathan Sinkala, Isaac Chansa, Rainford Kalaba, Chris Katongo y Emmanuel Mayuka.
Cost d'ivoire (7): Boubacar Barry, Jean-Jacques Gosso, Kolo Touré, Souleymane Bamba, Siaka Tiéné, Didier Zokora (Didier Konan Ya, m.75), Cheik Tioté, Gervinho, Yaya Touré (Bony Wilfried, m.87), Salomon Kalou (Max Gradel, m.63) y Didier Drogba.
GOLES: Sin goles.
ÁRBITRO: Diatta Badara (Senegal). Mostró tarjeta amarilla a Cheik Tioté y Souleymane Bamba, de Costa Marfil y a Davies Nkausu, de Zambia.
INCIDENCIAS: Final de la 28º Edición de la Copa de África de Naciones, disputada en el Stade d'Adgondjé de Libreville (Gabón)
No hay comentarios:
Publicar un comentario