El Atlético de Madrid disputará
mañana su séptima final europea (sin contar las dos finales de Copa
Intertoto disputadas, por no tratarse de un título como tal, sólo
de una fase de acceso a la antigua Copa UEFA). El Athletic de Bilbao,
el nuevo rival del Atlético de Madrid, que nunca ha repetido rival
en una final europea. Una final de Copa de Europa, tres finales de
Recopa de Europa, una final de la Europa League, y otra de la
Supercopa de Europa han sido los testigos de las glorias y sinsabores
europeos del club rojiblanco.
Curiosidades
El club colchonero se ha cruzado con clubes de cuatro países
distintos en finales Europeas. Sólo repiten Inglaterra e Italia,
mientras que un club alemán, y un club ucraniano, fueron los otros
rivales de los madrileños. Los clubes italianos se le han dado
especialmente bien al Atlético de Madrid, puesto que dos de las tres
finales conquistadas fueron ante equipos transalpinos. La Recopa de
1962, ante la Fiorentina, y la Supercopa de Europa de 2010 ante el
Inter de Milán.
De las tres finales en las que el Atlético de Madrid salió
triunfador, el equipo colchonero fue campeón en Alemania en dos
ocasiones. El Neckarstadion de Stuttgart vio coronarse al Atlético
de Madrid campeón de la Recopa de Europa en 1962 ante la Fiorentina,
mientras que el AOL Arena de Hamburgo fue el testigo de la victoria
en la Europa League de 2010, ante el Fulham, con el doblete de Diego
Forlán ante los ingleses.
Otra de las grandes curiosidades que guardan las seis finales
anteriores del Atlético de Madrid, es que el Atlético siempre se
enfrentó a un equipo británico en alguna de las eliminatorias
previas o en la final, ya fuera un equipo inglés, escocés o galés.
Leicester City (Recopa 1962, 1º Ronda), Hibernians (Recopa 1963, 1º
Ronda), Tottenham Hotspurs (Recopa 1963, Final), Bangor City (Recopa
1986, 2º Ronda), Celtic Glasgow (Copa de Europa 1974, y Recopa 1986,
Semifinales), Liverpool (Europa League 2010, Semifinales), Fulham
(Europa League 2010, Final). Este año, el Celtic de Glasgow cumple
con esa norma no escrita cuando el Atlético alcanza una final
europea. Por descontado, la Supercopa de Europa de 2010, la disputó
merced a vencer al Fulham en la final de Hamburgo.
Copa de Europa: El desastre de
Heysel
El Atlético de Madrid alimenta su leyenda negra del episodio más
triste de sus 109 años de historia. La primera vez que el equipo
madrileño se plantó en la gran final de la Copa de Europa, en
Bruselas, en 1974, ante el gran equipo del momento, el Bayern de
Münich, donde jugaban Breitner, Müller, Maier, y el gran Franz
Beckenbauer, por citar algunos míticos futbolistas de aquella etapa
del conjunto bávaro.
El equipo rojiblanco, marcado por las bajas sufridas en la
eliminatoria ante el Celtic de Glasgow, llegó a Bruselas sin
complejos, demostrando por qué se había colado en la final. El
Bayern sufrió ante el Atlético de Madrid una tremenda avalancha en
el primer partido, que logró salvar en los 90 minutos
reglamentarios, pero no así en la prórroga, donde Luis Aragonés
anotaba de falta el 1-0 en el minuto 113' de partido. La locura
llegaba a la hinchada rojiblanca, que se sentía campeona hasta que
el mítico y maldito Schwarzenbeck, hoy regente de un kiosko de
prensa en Münich. El central soltó un zapatazo que empató el
choque a falta de 30 segundos.
Un Atlético hundido en lo anímico afrontó como pudo el desempate
en Heysel. El equipo alemán esta vez dominó el partido de principio
a fin ante el Atlético de Madrid, y se alzó con su primera Copa de
Europa de la historia, venciendo por 4-0 en el vetusto Heysel. Los
dos dobletes de Hoëness y Müller sentenciaron una final que pudo
ser rojiblanca, y acabó siendo muniquesa.
Recopa de Europa: Tres finales,
un triunfo
Si el Atlético se ha ganado la consideración de equipo copero por
excelencia, ha sido por su tradición en la Copa del Rey y en la
Recopa de Europa, hasta hace poco su única conquista europea. El
equipo de la Ribera del Manzanares ha disputado tres finales de la ya
extinta competición, que enfrentaba a los campeones nacionales de
Copa de cada país. En 1962, 1963 y 1986, el Atlético de Madrid pudo
lograr el billete a la final, aunque cada una tuviera un desenlace
distinto.
En la primera final, disputada en dos partidos, el Atlético de
Madrid tenía enfrente a la Fiorentina italiana. El primer partido de
la final, disputado el 10 de mayo de 1962, acabó con empate a 1
entre el equipo español y el italiano. Joaquín Peiró adelantó a
los colchoneros en Hampden Park con un tempranero gol, pero antes de
llegar a la media hora de partido, empataría el sueco Hamrin. El
marcador no se movería, y el desempate no pudo disputarse hasta
septiembre, a causa de la celebración del Mundial de Chile de 1962.
En Stuttgart, esta vez habría campeón, y sería español. Con goles
de Jones, Mendoça y Peiró, el Atlético de Madrid se alzaba con su
primer título europeo.
La siguiente temporada, Rotterdam era el escenario de la final de la
Recopa de Europa entre el Tottenham Hotspurs, y el defensor de la
corona, el Atlético de Madrid. Pero esta vez, el equipo rojiblanco
fue vapuleado por los ingleses. Greaves y White daban la ventaja a
los londineneses antes del descanso. Collar recortó distancias tras
la reanudación, pero en el último tercio de partido, dos goles de
Dyson y otro de Greaves le dieron el título al equipo inglés.
23 años después, y con las finales de la Copa de Europa y la
Intercontinental entre medias, el Atlético de Madrid volvía a
disputar una final de la Recopa de Europa, su competición preferida.
El rival, el temible Dinamo de Kiev, máximo exponente de un fútbol
del este que triunfaría aquel año, con la conquista del Steaua de
Bucarest de la Copa de Europa de 1986 ante el FC Barcelona. El equipo
ucraniano vencería en Lyon al Atlético de Madrid por 3-0. En un
baño de los ucranianos a los madrileños, Zavarov ponía por delante
a los soviéticos. Blohkin y Yevtushenko finiquitaban en los últimos
minutos el partido, y una nueva final rojiblanca.
La Europa League, la redención
El Atlético de Madrid encontró consuelo a tres finales perdidas de
manera consecutiva en Hamburgo, donde logró su primera Europa League
de la historia. El equipo madrileño, rebotado de la fase de grupo de
la Champions, fue pasando rondas con mucho esfuerzo y sudor. Primero
Galatasaray, donde se jugó la clasificación tras empatar a 1 en el
Vicente Calderón. Un gol de Simao y otro de Diego Forlán metieron
al Atlético en octavos de final, donde esperaría el Sporting de
Portugal.
El equipo portugués, a pesar de jugar gran parte de la ida con uno
menos, aguantó el resultado de empate a cero en el Vicente Calderón
y todo se resolvió en el José Alvalade. Allí, Agüero dio un
recital a toda Europa de lo que era capaz, y dos goles suyos
clasificaron al Atlético de Madrid para cuartos de final, a pesar de
los goles de Liedson y Anderson Polga. El equipo rojiblanco sufrió
aguantando el empate a 2, pero obtuvo el premio final a su esfuerzo
en el partido, y asomó la cabeza a los mejores 8 equipos del torneo.
El Valencia, en cuartos de final, se mostraba como un equipo temible.
Con la tripleta Villa, Silva y Mata, rodeada de los Joaquín,
Albelda, Vicente, Pablo Hernández, Manuel Fernandes, Banega... El
Atlético llegaba a Mestalla con la sensible baja de Reyes, pero con
su temible pareja Forlán – Agüero. Tras un partido de poder a
poder, los goles de Forlán y Antonio López daban la ventaja en la
eliminatoria a los rojiblancos, neutralizando el valor de los goles
de Manuel Fernandes y David Villa. Ya en el Calderón, la polémica
estalló. Un gol anulado a Forlán, y un claro penalti de Juanito a
Zigic marcaron el pésimo arbitraje del escocés Thompson, y eclipsó
una gran eliminatoria. El Atlético era semifinalista.
Liverpool era la siguiente parada. El Atlético, en un partido bronco
y de poco fútbol, llegó con ventaja a Anfield, gracias a un nuevo
gol de Diego Forlán. El equipo madrileño sufrió muchísimo la
presión del equipo inglés en su casa, y forzó la prórroga con un
gol de Aquilani antes del intermedio. Ya en el tiempo extra, Benayoun
marcaba en el 94' el tanto que metía a los ingleses en la final.
Pero el Atlético guardaba una bala en la recámara. Con la entrada
de Jurado, el equipo rojiblanco dio un paso al frente, y embotelló
al Liverpool en su área.
Primero un aviso de Jurado lamiendo el poste de la meta de Reina,
abrió el camino a uno de los goles más importantes de la historia
del Atlético de Madrid. Raúl García abrió en diagonal hacia la
posición de Reyes, cerca del pico del área. El utrerano le gana
Glen Johnson y coloca un precioso centro con el exterior de la
izquierda para que Forlán la enganche en boca de gol sólo de marca.
El uruguayo, ex del United, celebraba con rabia el gol que valía una
final. Hamburgo esperaba.
24 años después, una nueva final europea. Esta vez, el Fulham
inglés, sorprendente finalista tras eliminar al Hamburgo, anfitrión
de la final. El Atlético venció en la final por 2-1, y se hizo con
su primera Europa League. Forlán adelantó a los colchoneros, pero
poco después, Simon Davies empataba para los londinenses. Ya en la
prórroga, y tras un segundo tiempo de angustia y empuje inglés, el
Atlético retomaba el control del partido. Salvio y Agüero la
tuvieron al final del primer tiempo del “extra time”, hasta que
Agüero peleó lo imposible, ganó una pelota sobre la línea de
fondo, y se la puso a Forlán, para que con la ayuda de Hangeland,
batiera a Schwarzer y desatara el delirio madrileño.
El doblete europeo
Meses después, la ciudad de Monte Carlo albergaba la final de la
Supercopa de Europa, entre el “Tutto Campioni” Inter, ganador de
Scudetto, Coppa d'Italia y Champions League, frente al Atlético de
Madrid, campeón de la Europa League. El equipo madrileño salió
irreverente a la final, y a pesar de los primeros avisos interistas
en los primeros minutos de partido, el equipo rojiblanco no se puso
nervioso. Pronto aparecieron Forlán, Agüero y cía para darle la
vuelta a la situación y pasarle el control del partido al Atlético
de Madrid, que tuvo las mejores ocasiones del primer tiempo.
Ya en el segundo periodo, el Atlético plasmaría su dominio. Primero
Reyes, tras una combinación con Agüero, batiría a Julio César.
Después, Simao se marcharía de Lucio con facilidad, y pondría el
balón en bandeja a Agüero, que ganaría la espalda a Chivu, y haría
el segundo gol del Atlético de Madrid, para colocar el definitivo
2-0 en el marcador del Louis II. El Atlético ganaba su primera
Supercopa de Europa, y firmaba el doblete europeo, el primer gran
objetivo colchonero de la pasada temporada.
Las otras finales
El Atlético de Madrid, aparte de estas seis finales, ha disputado
otras tres finales de competiciones internacionales. La más
importante, la final de la Copa Intercontinental de 1975. Tras la
renuncia del Bayern a disputar la final ante Independiente de
Avellaneda, el Atlético accedió a jugar ante el Campeón de la
Libertadores. En Argentina, “El Rojo” venció 1-0 en su estadio.
En Madrid, un mes después, ante un Vicente Calderón a rebosar, la
escuadra atlética remontaba la eliminatoria con goles de Irureta y
Ayala a falta de diez minutos del final, y se convertía en campeón
del Mundo.
Las otras dos finales del Atlético de Madrid datan de la Copa
Intertoto. En 2004, el equipo rojiblanco se medía al Villarreal en
la final de la Intertoto por un hueco en la Copa de la UEFA. El
Villarreal se impuso en la ida por 2-0, pero en la vuelta el Atlético
remontaría, y la eliminatoria se decidiría desde el punto de
penalti. Pepe Reina se alzaría como el hombre decisivo de aquella
tanta y daría la clasificación al Villarreal para la Copa de la
UEFA. Tres años después, el Atlético repetiría final de la
Intertoto ante el Gloria Bistrita. Después de perder 2-1 en Rumanía,
un gol de Forlán, su primero con la rojiblanca, daría el pase al
Atlético de Madrid a la Copa UEFA.
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