lunes, 21 de mayo de 2012

El Atlético saca sus dos caras en una notable temporada


El Atlético saca sus dos caras en una notable temporada
El Atlético de Madrid cerró la temporada en la quinta plaza y con la conquista de la Europa League.

En una temporada que se preveía un caos y de futuro incierto con la marcha de David De Gea, Sergio “Kun” Agüero, Tomas Ujfalusi, Simao, Diego Forlán y del técnico que le hizo campeón de la Europa League y Supercopa en 2010, Quique Sánchez Flores; el Atlético se reinventó. Llegó un cuarteto ofensivo nuevo, Arda Turan, Adrián, Diego Ribas y Radamel Falcao, dirigidos por Goyo Manzano. El equipo empezó mal. En navidades se despidió al jienense, llegó Simeone, y el Atlético ocupó su lugar natural en la liga y en Europa. Con el argentino llegó la gloria, pero no la Champions.



Para entender la temporada que ha vivido el Atlético de Madrid, hay que remontarse al final de la temporada pasada. El 22 de mayo de 2011, el Atlético de Madrid vencía 3-4 al Mallorca y cerraba su clasificación para la Europa League en séptima posición, que condenaba a los rojiblancos a disputar dos rondas previas para acceder a la fase de grupos. Stromsgodset y Vitoria Guimaraes cayeron posteriormente, pero el equipo colchonero empezaría su pretemporada en julio.

Aquel día, el 22 de mayo de 2011, con el gol de Juanfran y el hattrick portentoso del Kun Agüero, ya se conocía la marcha de Quique Sánchez Flores del equipo que dirigen Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo, el binomio del poder en el Calderón. Su marcha se unía a la de Jurado, a principios de temporada, y a la de Simao, a mitad del año, y comenzaba la desmembración de un equipo que hace un año era campeón.

Dos días después, la banca saltaba por los aires en la Ribera del Manzanares. El Kun Agüero se reunía junto con su representante Hernán Reguera con directivos del club, y anunciaba su intención de abandonar el club colchonero en verano. El anuncio de Agüero confirmaba los rumores sobre la marcha del argentino. El argentino tomó rumbo hacia Manchester, como David De Gea. El Kun sería jugador del City, y De Gea firmaría por el Manchester United. Había que volver a levantar el edificio de nuevo.

Un equipo nuevo, como de costumbre

El Atlético de Madrid es un experto en firmar jugadores y vender. Durante el verano llegaron Adrián, Gabi, Miranda, Silvio y Thibaut Courtois, cedido por el Chelsea. Y los últimos en firmar fueron los fichajes más importantes, tras las muchas salidas en el equipo rojiblanco. Arda Turan, Diego Ribas, y sobre todo, Radamel Falcao, fichaje estrella rojiblanco, en un operación que costó 43 millones de euros y Ruben Micael para el Atlético de Madrid, aunque el mediocampista portugués se marchó cedido al Zaragoza sin pisar Madrid. A última hora, llegó otro portugués, Pizzi, cedido por el Braga.

La tardanza en los fichajes lastró al Atlético en los primeros partidos de liga. Un empate a cero en el Calderón ante Osasuna, días después de que Falcao y Diego Ribas firmaran por los colchoneros. Dos semanas después, el Atlético visitaba Mestalla, esta vez con Falcao en la alineación, acompañando el trivote de Manzano con Gabi, Mario y Tiago, junto a Adrián y Reyes en el ataque colchonero. Arda Turan y Diego, fichajes estelares, esperaban su oportunidad en el banquillo. El Atlético perdió 1-0 con gol de Roberto Soldado de cabeza, pero se intuía un equipo con una defensa fuerte, un buen portero, y en los últimos minutos, un ataque demoledor, aunque no transformó sus ocasiones en goles.



Un comienzo esperanzador, hasta que llegó el Barcelona

El Atlético de Madrid, tras esa derrota en Valencia, tenía que empezar a doblar sus esfuerzos. Europa y Liga comenzaban a exigir al Atlético, que en su primera semana de competición con todas  sus piezas disponibles, arrasó a sus rivales. Celtic de Glasgow, Racing de Santander y Sporting cayeron en el Calderón, que se convertiría en todo un fortín, del que pocos equipos han logrado puntuar, o sacar una victoria tan siquiera a lo largo de la temporada. Con un parcial de 3 victorias, y 10 goles a favor, por ninguno en contra, (2-0 al Celtic, 4-0 al Racing, 4-0 al Sporting), y con Falcao anotando 6 goles en los tres primeros partidos en casa, el Atlético llegó al Camp Nou. La gente se ilusionaba con la imagen del equipo, y las dudas sobre Manzano desaparecían.

El equipo colchonero llegaba al Camp Nou, a un escenario que en las últimas temporadas era sinónimo de goleada blaugrana. A pesar de que el Atlético de Madrid arrancó el partido bien, lanzamiento de Tiago al larguero incluido, el equipo culé, con Messi en plan estelar, goleó al Atlético de Madrid y devolvió a la tierra las ilusiones rojiblancas por alcanzar el nivel de los dos colosos de nuestra liga, Real Madrid y FC Barcelona.

La irregularidad, el camino marcado por los de Manzano en liga

El Atlético de Madrid mostró sus dos caras desde finales de septiembre hasta diciembre. En Europa, llegaba la cara buena de los rojiblancos, que accedieron, aunque no sin problemas, a los dieciseisavos de final de la Europa League. Un empate a última hora en Rennes, y la derrota en Udine, complicaron a los madrileños la clasificación, que tuvieron que ganar los tres partidos restantes ante Udinese, Celtic y Rennes.

Pero en la Liga, el equipo estaba disperso y perdido. Tras la dura derrota del Camp Nou, el equipo madrileño entró en una racha de resultados negativos. Tres empates seguidos en Liga, ante el Sevilla, el Granada en Los Cármenes, y el Mallorca, con un sólo gol a favor, de penalti de Falcao. El Atlético, a pesar de que en la retaguardia mantenía buenos registros, con pocos goles en contra, salvo en el partido frente al Barcelona, no tenía dinamita en la parte de arriba.

La irregularidad en el campeonato doméstico pasó mucha factura al equipo rojiblanco, como se comprobaría a final de temporada. El conjunto que dirigía Gregorio Manzano no arrancaba, y encontró un punto negro en la temporada con su visita a San Mamés. Un partido malo de los rojiblancos, totalmente desconectados del partido, acabó con la victoria bilbaína por 3-0, con el doblete de Fernando Llorente y el gol de Gaizka Toquero, que levantaba de nuevo la polvareda en contra de Manzano y su elección como técnico del Atlético de Madrid por parte del consejo de Administración de Gil Marín y Cerezo, y la dirección deportiva de Jose Luis Pérez Caminero.

El equipo colchonero pudo volver a conocer la victoria en el siguiente partido, ante el Real Zaragoza por 3-1. Adrián, con dos goles, y otro de Domínguez, sellaban una victoria balsámica para el técnico natural de Jaen, que se empezaba a encontrar en una situación complicada antes de que comenzara el mes de noviembre. Las voces críticas también se hacían notar contra la directiva del club, y su pésima gestión en sus 25 años al frente del club.

El equipo madrileño volvió a sacar su cara de Mr. Hyde una semana después. En un partido que tenía 0-1 a favor, y con uno más frente al Getafe, el Atlético de Madrid cayó en el Alfonso Pérez. Barrada y Michel dieron la vuelta al partido. Domínguez empató en el 80' con un disparo lejano que rebotó en un defensa y despistó a Moyà. Pero el partido no acabó ahí. Dos minutos después, penalti a favor del Getafe. Gol de Diego Castro, y el Atlético firmaba su particular desastre en el Coliseum.

En un mes de noviembre donde el Atlético cayó ante el Getafe antes del parón de selecciones, venció al Levante por 3-2 en un partido que debía ser un punto de inflexión, pero que con la abultada derrota en el derbi frente al Real Madrid por 4-1 quedó nublada. Nueva victoria en casa, esta vez ante el Rayo Vallecano por 3-1, y el Atlético entraba a diciembre, su peor mes del año.

Diciembre, mes de los horrores colchoneros

El equipo rojiblanco no levantaba cabeza de ninguna de las maneras. Ganaba sus partidos en casa, pero fuera se dejaba lo que había avanzado en el Vicente Calderón. Hasta que llegó el mes de diciembre, y con él, todos los problemas del Atlético de Madrid. Después de ganarle al Rayo con mucho sufriemiento, a pesar del 3-1, el Atleti llegaba a la Copa del Rey, una de sus competiciones favoritas. El equipo rojiblanco se enfrentaba al Albacete, histórico equipo de la categoría de plata, que este año se ha visto obligado a competir en Segunda B, tras descender la pasada campaña.

Los manchegos dieron una lección de humildad y trabajo a los colchoneros, culminando una dura semana para los atléticos. El Albacete ganó 2-1 en el Carlos Belmonte, con goles del veterano Antonio Calle y Zurdo. Adrián recortó distancias para el Atlético de Madrid en el minuto 71, albergando esperanzas de que el Atlético pudiera remontar la eliminatoria en casa ante su gente. El ridículo no acabaría ahí.

Pocos días después, era el turno de visitar Cornellà El Prat para los colchoneros, que posiblemente completaron uno de los peores tramos iniciales de partido de la historia del club. El Espanyol, en apenas 7 minutos, ya ganaba 2-0, mediante dos genialidades del mediapunta Joan Verdú. El Atlético no encontraba manera de reaccionar a tamaño varapalo, y para colmo, Romaric hizo el tercero antes del minuto 20 de partido.

Falcao, con orgullo de ganador, tiró del carro, marcando el 3-1, en un mal despeje de Cristian, que pega en la espalda del futbolista colombiano. El balón se acabaría alojando en el fondo de las mallas, pero aquel gol sólo era un oasis dentro de un desierto enorme de fútbol e ideas. Un equipo roto y partido cedía muchas facilidades al Espanyol, que tuvo ocasiones para hacer un festival de goles ante los colchoneros. Sergio García hizo el cuarto en el minuto 54'. Arda Turan puso el definitivo 4-2, pero la sentencia sobre Manzano parecía dictada.

Sin embargo, nadie sabe por qué, la ejecución del reo tardó 10 días más en ejecutarse. En esos diez días, el Atlético dejó su primera victoria del curso en el Manzanares ante el Real Betis, que se llevó el triunfo por 0-2 a orillas del Río Manzanares. Tres días después, el Atlético de Madrid sucumbía en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Albacete, que ganó en el Calderón con gol de Víctor Curtó. y el desaguisado hecho en los últimos días fue mucho mayor. Ya nadie pudo evitar la destitución de Manzano, hecho cantado desde días atrás.

Los problemas de Manzano

Gregorio Manzano, tratado injustamente por gran parte de la grada del Calderón desde su llegada por segunda vez al Atlético para dirigir al equipo, no tuvo un camino de rosas. A la desconfianza en la decisión de gran parte de la afición colchonera, se unió su mala relación con parte del vestuario. Hombres infrautilizados por Manzano, como Juanfran, Salvio, Koke, Miranda o Assunçao, y choque de carácteres con un peso pesado del equipo como Jose Antonio Reyes no le granjearon la confianza del vestuario.

Además de los problemas de Manzano con parte de su vestuario, hay que unirlos al constante runrun de la grada y de la prensa sobre la cabeza de Goyo Manzano. Manzano se defendía como podía, día sí, día también, de los constantes rumores y ataques a su persona, pero el equipo en Liga no funcionaba, y la confianza, escasa, de la directiva y de la grada, comenzaba a agotarse. El desenlace del mes de Diciembre alteró los plantes de la directiva, que tuvo que rectificar su plan inicial, y conceder al Cholo Simeone la oportunidad de ser el nuevo entrenador del Atlético de Madrid.

Cambio de aires con Simeone

La llegada del Cholo Simeone dio un flujo de esperanza a una afición que veía alejarse al Atlético de la Champions League, el objetivo deseado a final de Liga. El equipo se encontraba 10º clasificado, con 19 puntos en 16 partidos, a 4 del descenso que marcaba el Sporting de Gijón, y a 10 de la 4º plaza que ocupaba el sorprendente Levante. Los rojiblancos estaban obligados a hacer una segunda vuelta del campeonato extraordinaria, y comenzaron bien bajo el mandato de Simeone.

10 puntos en los primeros cuatro partidos, con un empate en La Rosaleda, ante un equipo que se consideraba rival directo, en el debut del Cholo en el banquillo colchonero. El equipo rojiblanco dio una mejor imagen, con las líneas juntas, una presión mucho más intensa, y las tres o cuatros ideas básicas a realizar bien estudiadas y bien aprendidas. El equipo colchonero tuvo tres o cuatro ocasiones claras de gol, y no concedió muchas facilidades al Málaga, en lo que se consideró un buen comienzo para el argentino.

El equipo hizo 26 puntos en la primera vuelta. Treinta fueron los puntos conseguidos en la segunda vuelta.
Tres victorias consecutivas ante Villarreal, Real Sociedad y Osasuna lanzaron a los colchoneros en la clasificación. Tras completar toda la primera vuelta sin entrar en puestos europeos, el equipo rojiblanco se enganchó a la pelea por los puestos europeos. El equipo de Simeone volvía a creer en ellos mismos, con un estilo de mucha más fuerza, intensidad y trabajo que el toque y paciencia de Manzano, que no salió como esperaba el jienense. El equipo sacó rentabilidad a Falcao, que con Manzano sólo hizo 8 goles en 16 partidos de liga, pero la llegada del Cholo le revitalizó, con 5 tantos en los primeros 4 partidos.

Lo que se llamó como el “efecto Simeone”, con un equipo revitalizado, y hombres que empezaban a tomar peso en el equipo como Juanfran (ha completado una segunda vuelta que le ha valido la primera convocatoria con “La Roja” de su carrera), Salvio, Koke, Tiago o Miranda, que empezaron a sentirse importantes de la mano del ex jugador rojiblanco. Aunque al igual que el equipo creció, en cuanto no llegaron buenos resultados, la gente tuvo dudas del “efecto Simeone”. Sin embargo, el Atlético accedió a Europa tras el empate ante el Racing, el primero de la serie de cinco sin ganar.

Cinco jornadas sin ganar, con cuatro empates y la derrota ante el FC Barcelona en casa, sembraron las dudas de la gente sobre la idea de Simeone, invicto en sus nueve primeros partidos como entrenador colchonero, que en Europa volvía a ser el equipo temible, venciendo en ida y vuelta a la Lazio y en casa ante el Besiktas. La victoria volvió al Atlético en Liga después de ganar al Besiktas 3-1 en el Calderón, con un primer tiempo memorable, que acabó con 3-0 favorables a los intereses colchoneros, con dos goles de Salvio y uno de Adrián fantástico. El Granada fue la víctima de la siguiente victoria en liga, por 2-0, goles de Miranda y FalcaoEn Turquía, victoria por 0-3.

Cada partido en casa, una victoria. Pero la irregularidad es la marca del equipo

El equipo rojiblanco no puede evitar regresar a esa irregularidad que le ha lastrado todo el campeonato de liga. Las victorias en casa iban cayendo ante rivales fuertes. Athletic, Getafe, Espanyol... caían en el Calderón ante los de Simeone, que hacían de su campo un fortín. En Europa igual, y es que el Hannover 96 y el Valencia mordieron el polvo en Europa cuando visitaron el coliseo rojiblanco en competición europea, pero el Atlético no se mostraba tan seguro lejos del Manzanares.

Las salidas a Mallorca, Zaragoza y Ciutat de Valencia cuando el equipo se lograba acercar a los puestos de Champions League le restaban opciones de alcanzar los primeros puestos de la Liga. Simeone exprimía a los suyos, en pos de llegar lejos en Europa y en Liga, pero tan sólo 15- 16 jugadores, entre una plantilla corta y las lesiones, eran los efectivos que el Cholo solía disponer para afrontar los partidos. Al equipo se le acusó de estar exprimido, cansado. Con la alternancia de victorias en casa, y derrotas fuera, llegó la tercera y última derrota en casa.

De nuevo el derbi ante el Real Madridvolvía a suponer una nueva derrota para los colchoneros, por un abultado 1-4. Bastante amplio el resultado a favor de los blancos, que volvían a dejar a los colchoneros con las ganas de vencerles, a pesar de que todo el mundo hablaba de que esta vez el Atlético estaba preparado para dar guerra al Real Madrid. Cierto es que el Atlético dio guerra al Real Madrid, y llegó con empate al último tercio de partido, pero ahí un equipo madridista mucho más fresco fisicamente, rompió la igualdad y se marchó en el marcador con un hattrick de Cristiano Ronaldo, y el que cerraba la cuenta, obra de Callejón. Falcao hacía el gol del Atlético, demostrando que siempre aparecía en los momentos clave del equipo rojiblanco.

6 partidos, 4 victorias y 2 empates

La recta final en la Liga tras el derbi capitalino por excelencia, llevó a los colchoneros a Vallecas, a disputar un nuevo derbi, esta vez frente al Rayo Vallecano. Los colchoneros, en un partido apretado y muy cerrado, contaron con pocas ocasiones, pero lograron derribar el muro rayista con un gol de Falcao en el minuto 63 de partido. Los rojiblancos confiaban en alcanzar la Champions League, en vista que debían recibir al Málaga en el Calderón, su máximo rival por la cuarta plaza, incluso el Valencia pudo estar involucrado en la pelea, y ampliar las opciones al tercer puesto.

Una nueva victoria en casa ante el Espanyol por 3-1, con una actuación espectacular de Arda Turan, situó al Atlético cerca de su objetivo de entrar en la Champions League. Pero cuando el Atlético, tras eliminar al Valencia en el camino por la final de Bucarest, pifió en los dos siguientes partidos y tiró todas sus opciones por la borda. Dos empates sobre la bocina, de manera dolorosa, cuando el Atlético había sido mejor que sus rivales, privaron al Atlético de entrar en la máxima competición continental y pintar un panorama oscuro para una plantilla de quilates.

Betis y Real Sociedad, dos empates dolorosos

El primer empate, en esta racha de seis partidos sin conocer la derrota en la Liga, llegó en Sevilla. En un primer tiempo donde el Atlético dominó y fue mejor que el Betis, el equipo local aguantó la embestida madrileña al descanso. Pero tras la reanudación, el Atlético acertó a ponerse por delante. Koke, que había sustituido a Diego, marcaba el primer gol rojiblanco. En los últimos diez minutos, la victoria rojiblanca se esfumó. El empeño de Jonathan Pereira hizo que el Betis fuera capaz de darle la vuelta al partido. Una asistencia suya para Pozuelo, y un tanto suyo acto seguido, parecían derrotar al Atlético. Pero no a este Atlético de Simeone. Falcao hizo el empate sobre la bocina, y mantuvo vivas las esperanzas del Atlético, que entraba en puestos de Europa League para no salir más.

Tres días después, contra la Real Sociedad, el Calderón vivía un ambiente festivo, en lo que se esperaba que fuera un partido cómodo para los colchoneros ante un rival que prácticamente no tenía nada en juego. Pero el Atlético hizo un partido espeso y lento, con pocas ocasiones. Un disparo lejano de Gabi puso por delante al Atlético de Madrid, y pareció alejar los fantasmas de la no clasificación para la Champions, pero Carlos Vela, en el 92’, con la Real de verdugo y el Atlético encerrado atrás por la expulsión de Gabi, hizo un doloroso empate.

Las victorias ante Málaga y Villarreal no sirvieron más que para asegurar el quinto puesto que daba acceso al Atlético de Madrid a la Europa League. Los rojiblancos, aunque ganaran a su máximo rival, no dependían de si mismos para clasificarse a Champions. El Málaga se hizo con la cuarta plaza, pero el Atlético dejó un poso de equipo serio y duro de vencer si mantiene la base de esta plantilla y corrige la irregularidad que tantos puntos le han costado a lo largo de la temporada, en especial, en la primera vuelta.

Europa League, otro camino. El camino de la gloria

Con Lazio y Besiktas fuera de órbita, el Atlético avanzaba a los cuartos de final de la competición que le hizo recordar lo que significaba ganar un gran título casi 15 años después. El Hannover 96 era el siguiente escollo en la Europa League. El primer choque de la eliminatoria, disputado en suelo español, dio con un partido de fuerzas igualadas. Dos equipos cara a cara, peleando cuerpo a cuerpo. Golpeó primero el Atlético en un remate franco de Falcao ante la salida del meta alemán.

Empataría Diouf, en un despiste colectivo de la zaga colchonera. El Hannover se creció con el empate y dio muchos problemas al Atlético de Madrid en lo que quedó de partido. Courtois resultó decisivo para que el Atlético pudiera mantener el empate, y ya en los últimos minutos, una genialidad de “Toto” Salvio en forma de disparo con parábola que terminó en el fondo de la red de Zieler, para dar la victoria a los rojiblancos por 2-1. En Alemania, en un partido muy sufrido y disputado, el Atlético ganó 1-2, con una genialidad de Adrián y otra contra rematada por Falcao. Diouf volvía a marcar para los hombres de Mirko Slomka.

El Atlético veía Bucarest al final del camino, pero había un escollo que superar antes de estar en la capital rumana el 9 de mayo. El Valencia, tras superar al AZ Alkmaar, era el rival en cuartos de final de los colchoneros. Madrid fue testigo de la proclamación colchonera como favorito a estar en Bucarest después de arrollar al conjunto entrenado por Unai Emery. Y es que el Atlético salió en tromba, marcó con gol de Falcao antes del minuto 20, dominó el partido por completo, y casi sentenció la eliminatoria.

El Atlético acusó el hecho de competir en dos competiciones a la vez con una plantilla corta.
Y casi sentenció porque los goles de  Adrián, Miranda y el doblete de Falcao quedaron empañados por el cierre de ambas partes. El Atlético sufrió dos córners en contra, y primero Rami, que luego remacharía Jonás en el segundo palo, y Ricardo Costa después remataron sin oposición los dos saques de esquina y anotaron los goles de la esperanza valencianista. Pero el choque de Mestalla, a pesar de que sólo eran necesarios dos goles, se convirtió en un quiero y no puedo valenciano en el primer tiempo, sin muchas grandes ocasiones, y con el Atlético esperando. La decoración cambió en el segundo periodo, con el Atlético con mayor posesión con la entrada de Gabi por Mario, y los de Simeone marcaron por medio de Adrián, sentenciando la eliminatoria en el minuto 60 de partido.

Bucarest estaba ahí. El Athletic de Bilbao era el rival. El Atlético tenía la posibilidad de sumar un título dos años después de la Supercopa de Europa frente al Inter de Milán, y el equipo respondió a la perfección. Con orden, con temple, y con inteligencia, los rojiblancos madrileños llevaron a los bilbaínos al atasco en su circulación de pelota, y mataron al contragolpe. Falcao, con un golazo maravilloso buscando el segundo palo, y una maniobra genial para quitarse a los marcadores vascos, hizo el 2-0 con el que se llegó al descanso.

El Athletic empujó sin acierto, y el Atlético castigaba en cada contragolpe. Aunque Courtois hizo varias intervenciones de mucho mérito en el segundo tiempo, el Atlético de Madrid logró anotar el tercero en el 85’ de partido, en una bonita acción personal de Diego Ribas, que sentenciaba la final ydaba al Atlético de Madrid su segunda Europa League, igualando en el palmarés al Real Madrid, Tottenham, Sevilla u Oporto, entre otros clubes. El próximo año tiene la oportunidad de convertirse en el primer equipo español en ganar tres veces la Europa League, e igualar en el palmarés a Juventus, Inter de Milán y Liverpool, únicos equipos en ganarla en tres ocasiones. Pero no debería ocultar la realidad de que el gran objetivo del Atlético debe ser entrar en Champions League.

Antonio López y Perea, dos héroes que se marchan

Dos capitanes que se bajan de un barco que ha cambiado mucho desde que ellos llegaron a bordo. El Atlético de Madrid, en el año 2001, primer año del canterano Antonio López en la primera plantilla colchonera, el Atlético andaba sumido en la Segunda División del fútbol español, pasando su “primer añito en el infierno”. El equipo no logró el ascenso hasta la llegada de Luis, que contó con el de Benidorm en bastantes ocasiones a los largo de la campaña 2001/2002. Tras dos años de cesión en Osasuna, Antonio López regresó a Madrid hecho un futbolista mucho más aguerrido.

El canterano se fue asentando con los diversos técnicos que llegaban a la Ribera del Manzanares, y cogió protagonismo, sobre todo a la hora de lanzar faltas, con los que consiguió varios goles importantes. El lateral zurdo ayudó al crecimiento del equipo, que entró en Copa de la UEFA a través de la Intertoto en 2007, y fue titular en el primer año que el Atlético logró entrar en Champions League.

Tras la marcha de Fernando Torres al fútbol inglés, fue designado por sus compañeros como nuevo capitán del equipo, junto a Maxi Rodríguez, nombrado capitán desde la directiva por el carisma de “La Fiera” entre la afición rojiblanca. El lateral, aunque fuera viendo mermado su rendimiento a causa de diversos problemas personales como la muerte de su hermana por un cáncer, siguió siendo pieza capital para que el Atlético volviera a la Champions en la temporada 2009/2010, la misma que le hizo campeón de Europa League.

Tras 14 años, Antonio López era el primer capitán rojiblanco en levantar un título. Con el de esta temporada, ha sido capaz de levantar tres títulos europeos. Pocos capitanes en la historia del Atlético de Madrid podrán decir eso, saliendo de la cantera y trabajando a un nivel espectacular, a pesar de competir con hombres como Sergi, Pernía o Filipe Luis. Sólo las lesiones le han apartado de haber tenido más minutos en el Atlético de Madrid, y de haberse sentido mucho más útil.

El no acceso a Champions deja dudas sobre la continuidad de las estrellas de la plantilla la próxima campaña.
Por su parte, Luis Amaranto Perea se ha convertido en el jugador extranjero con más partidos disputados con la zamarra rojiblanca madrileña. El hombre natural de Turbo, tras ser vendedor de helados en su ciudad, y haber aterrizado en el fútbol argentino, antes de llegar al Atlético en 2004, será recordado por su tremenda velocidad. Un futbolista, a pesar de sus limitadas condiciones técnicas, que más de una vez le han dejado al descubierto, y de su alocada fiabilidad en el corte en velocidad; siempre se ha mostrado como un jugador honrado y de mucho tesón.

La tremenda velocidad de Perea le colocó en sus primeros partidos en el lateral derecho con César Ferrando, donde ya había actuado en bastantes ocasiones con Boca Juniors. Pero el futbolista colombiano formó con Pablo Ibáñez una de las mejores parejas de centrales de aquella temporada 2004/2005, que les valió para que a su puerta llamasen equipos de Inglaterra e Italia. Ambos se mantuvieron como pareja en la defensa colchonera durante cuatro largas temporadas, donde el equipo colchonero se clasificó para la Champions League tras doce temporadas sin hacerlo, a pesar de que fuera a través de la fase previa.

El defensor colombiano siempre ha sido un hombre muy tenido en cuenta por todos los técnicos que han pasado por el Calderón en los ocho años que ha militado en el equiporojiblanco. 314 partidos son los que ha disputado el de Turbo con la rojiblanca, en los que ha ganado 3 títulos europeos, y ha participado dos veces en la máxima competición continental. Ambos han dejado huella en el club rojiblanco, y recibieron la insignia de oro y brillantes antes del partido frente al Málaga, por parte del presidente Enrique Cerezo. Y por supuesto, la gente colchonera los guardará en la memoria con mucho cariño.

La cantera, protagonista

La cantera rojiblanca ha tomado protagonismo esta temporada. Con el Juvenil “A” campeón de Liga y semifinalista de Copa de Campeones, y el filial en 5º posición del grupo I de Segunda División “B”, a las puertas del Play Off de ascenso a Segunda, la cantera rojiblanca ha vuelto a contar con cierta importancia en el desarrollo de la temporada rojiblanca. Manquillo, Saúl, y Pedro Martín han debutado con el primer equipo esta temporada, pero otros hombres como Oliver Torres y Kader han tenido su hueco en las convocatorias del primer equipo colchonero.

Simeone, desde su llegada, ha contado en muchos momentos con la cantera rojiblanca para completar los entrenamientos del primer equipo atlético. En muchas ocasiones se han llegado a ver a 13,14 y hasta 15 chavales del fútbol base rojiblanco trabajando a las órdenes del primer equipo, lo que significa que Simeone ha tenido en cuenta a la cantera a la hora de observar su trabajo y sus evoluciones, dado que ha sido un asiduo al Cerro del Espino cuando sus obligaciones con el primer equipo se lo han permitido para observar al filial in situ.

Números de la temporada

Atlético de Madrid, 5º clasificado, 56 puntos. 15 victorias, 11 empates, 12 derrotas. 49,22 % puntos conseguidos.

53 goles a favor, 6º máximo anotador de la Liga, empatado con el Rayo Vallecano
46 goles en contra, 5º equipo que menos goles ha recibido, igualado con el Mallorca
Adrián, 2º goleador rojiblanco. 7 tantos en Liga. 18 en total.
Salvio, 3º goleador rojiblanco. 3 tantos en Liga. 8 en total.
Diego Ribas, 4º goleador rojiblanco. 3 tantos en Liga. 6 en total.
Arda Turan, 5º goleador rojiblanco. 3 tantos en Liga. 5 en total.
Domínguez. 6º goleador rojiblanco. 3 tantos en Liga. 4 en total.

Goles en Liga
27 goles con pierna derecha. 51% total.
11 goles con pierna izquierda. 20% total.
18 goles a balón parado, 34% total.
15 goles de cabeza, 28% total.
5 goles de penalti, 9% total.
3 goles de falta. 6% total.
9 goles de córner. 19% total.
1 gol nacido en saque de banda. 1,7 % total.

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