Real Madrid y FC Barcelona
protagonizaban de nuevo una encarnizada batalla por el pase a las
semifinales de la Copa del Genralísimo del año 1962. Madridistas y
azulgranas llegaban al envite para trasladar la pelea por el título
liguero de ese año a la competición copera, en la que ya había
tenido varios antecedentes. Por primera vez, uno de los dos equipos
lograba remontar una eliminatoria que tenía en desventaja y
clasificarse. El afortunado fue el Real Madrid, que tuvo que
emplearse a fondo en el Camp Nou para darle la vuelta al 0-1
conseguido por los culés en el feudo blanco. El Madrid ganaría 1-3
y se proclamaría campeón de Copa ese año, firmando el Doblete.


El 15 de abril de 1962, bajo el
arbitraje del señor Lloris, Real Madrid y FC Barcelona abrían la
eliminatoria en el Viejo Chamartín. Una eliminatoria que resultaría
emocionante en el desenlace final, con la locura de goles en el Camp
Nou. Aquel día de abril, el FC Barcelona desniveló la balanza de su
lado con el solitario gol del charrúa Martínez en el minuto 62 de
partido. Los blancos formaron con Araquistain, Marquitos, Santamaía,
Miera, Isidro, Pachín, Tejada, Del Sol, Di Stéfano, Puskas y Gento;
por el bando azulgrana Sadurní, Benítez, Rodri, Gracia, Segarra,
Gensana, Villaverde, Kocsis, Martínez, Verges y Vicent fueron los
hombres que saltaron al partido.
La ida fue un partido igualado, muy
trabado en el centro del campo, con poco ritmo y mucha fuerza.
Merengues y culés vivían más pendientes de no fallar y no perder
el partido que de golpear a su rival, por lo que el partido entró
en una dinámica de pocas ocasiones y poco juego. Sólo acciones
aisladas podían cambiar el devenir del partido, que parecía
abocado al empate a cero. En una de esas acciones aisladas, Eulogio
Martínez, el delantero uruguayo del Barcelona, finalizó con
acierto y puso en ventaja al FC Barcelona en la eliminatoria,
reviviendo los fantasmas de la Copa d Europa del año anterior.

La primera parte no comenzó bien para
los madridistas, puesto que los blaugranas pudieron dar algún buen
susto a los blancos y ampliar la ventaja que tenían en la
eliminatoria. Los azulgrana no supieron o no pudieron aprovechar las
ocasiones de las que dispusieron en el primer acto, y acabaron
pagándolo, porque el Real Madrid reaccionó en el segundo tiempo de
manera magistral. Primero, Luis Del Sol, ponía en ventaja a los
blancos, con un gol en el minuto 65. El centrocampista sevillano
lograba batir a Sadurní con un buen golpeo lejano. Después, en el
minuto 83, Cañoncito Puskas adelantaba en la eliminatoria al Real
Madrid, con uno de sus clásicos zurdazos ajustados al palo y con
trayectoria ascendente. El magiar volvía a hacer gala de una de las
mejores piernas izquierdas de la historia para colocar a los suyos en
semifinales. Aunque la alegría no duraría mucho, puesto que el
mítico y recientemente fallecido Chus Pereda, enviaba la
eliminatoria a disputar un partido de desempate. Los blaugrana
igualaron el cruce en el minuto 85, gracias al gol del burgalés,
pero aún quedaba una carta bajo la manga para los blancos antes del
final. Paco Gento, la Galerna del Cantábrico, otra de esas grandes
zurdas de la historia del fútbol, hacía un slalom vertiginoso en el
último minuto de partido, para llegar a las cercanías del área de
Sadurní, y con un disparo cruzado y seco por bajo hacer el gol de la
clasificación blanca. El cantabro certificaba la victoria y la
clasificación madridista en campo culé, y permitía a los blancos
llegar a semifinales.

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