miércoles, 26 de octubre de 2011

Debates estériles: Torres, Messi, Barcelona, Arbitrajes

Surgen debates inútiles y estériles alrededor del mundo del fútbol. Debates sin sentido, alimentados por una prensa hipócrita, por una prensa vendedora de audiencias y papel mojado más que contadora de historias, transmisora de información.


El primer debate nacido de la ignorancia periodística, o de su opulencia por las ventas a cualquier coste, incluso por falta de calidad en sus contenidos, es la convocatoria de Fernando Torres con la selección. Algunos periodistas parecen estar cansados de su presencia, y con ellos aficionados palmeros y críticos con sus cifras más que con la oscura labor del fuenlabreño para que el asturiano Villa sea el más beneficiado del trabajo de Fernando en España, incluso más cabreados por ese motivo que por su rendimiento real en Chelsea o Selección. Números comparativos para ilustrar lo que digo (Entran convocados por Vicente del Bosque, delanteros de la Eurocopa sub 21, Nolito, máximo goleador nacional en estos momentos; y Rodrigo, delantero titular de la sub 20 en Colombia).


Soldado - 7 goles en 11 partidos
Llorente - 5 goles en 12 partidos
Aduriz - 0 goles en 6 partidos
Manu del Moral - 3 goles en 11 partidos
Adrián - 4 goles en 14 partidos
Bojan Krkic - 1 gol en 7 partidos
Muniain - 3 goles en 12 partidos
Nolito - 8 goles en 16 partidos
Rodrigo - 1 gol en 5 partidos
Fernando Torres - 4 goles en 9 partidos


Si es por cifras y rendimiento, creo que queda claro que en su club, Fernando Torres tiene un ratio cercano al gol cada dos partidos. Los únicos que lo superan son Nolito y Soldado. Llorente, Aduriz, Muniain, Del Moral o Adrián no se acercan a las cifras del fuenlabreño. ¿Mal rendimiento o críticas sin fundamento? Torres, en un juego abierto y con espacios, es letal. Por desgracia, en la selección le cuesta, los rivales defienden muy atrás y él queda sin espacios para sus desmarques en velocidad; sin embargo, su trabajo de movilidad y fijación de centrales le viene de maravilla a David Villa, que ha hecho una gran sociedad en el ataque nacional con el de Fuenlabrada, una sociedad que permite al asturiano quedar más libre y batir records. ¿Eso es malo para España? ¿O es malo para la prensa no tener nada mejor de lo que hablar? Cristiano o Messi han llegado a estar un año sin ver puerta con sus selecciones. Nadie ha cuestionado su presencia en sus países. Sí su rendimiento. No que deben estar sí o sí.


El segundo tema estéril e inútil es la falta de gol de Messi o de Cristiano. Futbolistas de apetito insaciable ante el marco rival. Se han quedado 3 partidos cada uno sin ver puerta, sus equipo lo han notado. El Barcelona más que un Real Madrid que vuelve a estar en alza tras la semana trágica de Levante, Racing y el susto en casa ante el Rayo Vallecano. Messi no ha marcado ante Viktoria Plzen, ante Sevilla ni ante Granada. Cristiano no vió puerta ante Espanyol, ante Betis ni ante Lyon. Sin embargo están ahí, la noticia con ellos realmente es cuando no marcan. Si son capaces de hacer 16 goles en 15 partidos para el argentino, y 12 goles en 13 partidos para el portugués, sin contar selecciones. Y la prensa se lleva las manos a la cabeza, como si fuera una tragedia o un mal rendimiento. Son humanos, no siempre van a marcar, pero siempre están listos para jugar bien al fútbol.


Todo tiene relación, y aparece un tercer debate escandaloso, propio de Cuarto Milenio, relacionado con la escasez momentánea de gol que acucia a Messi. El Barcelona no juega como los ángeles. Volvemos a lo mismo, son humanos, no pueden ganar siempre, ni van a brillar en todas sus actuaciones, hay bajones, hay malos momentos, hay apuros en los que te mete el rival. El FC Barcelona lleva 3 partidos espesos, ante Viktoria Plzen, ante Sevilla y ante Granada. Muchas ocasiones, pero con menos acierto, o jugados a un ritmo menor del que acostumbra. Se acaba el mundo, paren las rotativas. El Barcelona no aplasta, ahora gana como los mortales. Normal, son humanos, no siempre van a brillar, pero siguen acumulando números que aumentan su excelencia. Ni aún en los malos momentos es fácil derrotarlos. Ni aún en esos supuestos partidos más flojos el rival domina, aprieta. El Barcelona quita la pelota, la maneja, la sigue tocando igual que antes, pero no está tan ágil de ideas y piernas. Algo parecido a lo que le sucedió al Real Madrid frente a Levante, Racing y Rayo. Historias paralelas entre enemigos íntimos.


Y por últimos, esos arbitrajes tan raros que estamos viendo. ¿Penalti sobre Iniesta el sábado? No lo creo. ¿Intervención de los comités para actuar de oficio en casos como el de Cesc y Kanouté? Sí, debería ser. Sólo Kanouté se lleva un castigo por aquel feo incidente entre dos, cuando la televisión ha mostrado la provocación de Cesc al malí del Sevilla y la reacción final entre ambos. ¿Tarjetas amarillas justas ayer en Granada? Algunas son excesivas, frutos de un mal arbitraje de un muy mal árbitro de fútbol como es Muñiz Fernández, un caso paranormal del arbitraje, pero habitual que personajes tan malos y tan singulares como éste estén al máximo nivel de colegiación en el fútbol español e internacional. ¿Tiene razón Fabri en quejarse? Sí, en parte. En parte hay tarjetas causadas por protestas exageradas e impotentes, llenas de rabia ante una mala actuación del trencilla. En otra parte no, el Granada también tuvo su dureza en ciertas fases del partido y lo pagó caro. Y todo esto, sin olvidar la ristra de penaltis que no le han señalado al Atlético en sus partidos de liga, ese penalti extraño pitado el domingo a Silvio. Los arbitrajes son raros en este país, muy raros. Si me escandalizo del fuera de juego señalado el domingo a Susaeta en Valencia, es por algo. Ni el línea, ni el árbitro fueron capaces de seguir la jugada con criterio y aplicar bien el reglamento. Gol legal muy mal anulado al Athletic. El arbitraje se lo tiene que hacer mirar seriamente con fallos de este calibre. Por desgracia, nunca será debate la calidad de nuestros colegiados, porque equivocadamente creemos que son los mejores de Europa.

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