Conclusiones:

2 - La llegada de Guardiola supuso una nueva era en el fútbol español y mundial, pero su marcha no tiene por qué significar un fin de ciclo blaugrana. Vendrá otro técnico con otras ideas, que tendrá que hacer funcionar la máquina blaugrana. La máquina que lleva 3 años funcionando a mejor nivel cada año con la misma base que comenzó a carburar de la mano de Guardiola. Guardiola ya dijo una vez que "estos jugadores son capaces de ganar sin mí, y lo han demostrado anteriormente". Sí, ciertamente, aunque el estilo de Pep sea extraño, es su estilo, sus ideas, y muere con ellas. No imagino a Guardiola tomando la bandera de la gloria y la euforia excesiva. Ni tampoco saliendo de su habitual tono moderado, lleno de mesura y calma en sus palabras. Guardiola maneja sus tiempos, lo único que le preocupa es ganar. Mantener el equilibrio para seguir ganando. Ahora que ha dado una vuelta de tuerca con la defensa de 3, Guardiola no quiere que nadie se pierda por el camino. Guardiola quiere a todos los suyos a tope y concentrados en jugar y ganar, tal como él desea y él está.
3 - Soy de la opinión de que Guardiola no huirá ni se marchará por desgaste ni por el paso del tiempo. Guardiola no se irá del FC Barcelona por desgaste o aburrimiento. Tiene crédito ilimitado. Y él es el auténtico jefe en el club, el que manda de verdad y participa en todas las decisiones activamente. Sólo se irá cuando él sepa que ha acabado su tiempo, que no tiene nada nuevo que aportar, o que la gente ya no le quiere en el FC Barcelona. Para Guardiola quedan muchos retos. Nunca hemos visto reaccionar a Pep en la reconstrucción de un equipo. En su fuero interno sabe que llegará el día que no ganará, que quedará por detrás de los demás y tendrá que rehacerse para volver a ser el primero, para volver a marcar la pauta. Creo que es un reto muy apetecible para cualquiera que es un ganador, levantarse después de tropezar. Pep es ganador nato y querrá demostrar esa capacidad de irse arriba tras la derrota. Pero no una derrota parcial, si no una derrota global, no ganar títulos, alcanzar objetivos menores. Ya le sucedió a Ferguson o a Wenger, monarcas indiscutibles en Old Trafford y el Emirates. Guardiola será uno más en ese selecto club, hasta que encuentre nuevos retos que abordar fuera del club catalán. Mientras tanto, será el Pep, y en Barcelona y Madrid tendrán que aguantarle mucho tiempo.

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