sábado, 21 de mayo de 2011

La porta dell'inferno. Giro de Italia

Tremendo. Sólo así se puede definir una etapa como la de hoy. Todos se movieron. Todos lucharon por su objetivo. Algunos se encumbraron con una gran etapa. Otros se deshincharon y demostraron su falta de fondo a estas alturas de la temporada. Y el de siempre. Nada que añadir. Tremendo. Moviendo su carrera. Haciendo su trabajo. A la altura del reto que tiene por delante este año, al menos, hasta saber en que quedará el recurso de UCI y AMA ante el TAS. Pero esa es otra historia que se resolverá después del giro.

Tras las etapas de transición de martes al jueves, con victoria de Ventoso y doblete de Petacchi. Llegaron los Alpes. Primero Austria. 1:35 más bonificación de 12'. Victoria para Rujano,colaborador de Alberto Contador en la subida. Ataque desde lejos del pinteño, al comienzo del puerto,no excesivamente duro, pero sí sostenido como para poner un ritmo fuerte y dejar atrás a los Nibali, Scarponi, Menchov, Kreuziger y compañía. Atrás la gente no se organizaba para la caz y captura del Campeón del Giro en 2008. Contador lo aprovechó para ascender hasta arriba con el venelozano del Andrioni Giocatolli, que cuaja un gran Giro.

Hoy, el lío. Falla el Crotsis por orden de la UCI. Se propuso una ruta alternativa para la etapa que incluía una nueva ascensión. Se descartó a última hora y se recortaron 20 kilómetros de espectáculo. Un espectáculo tremendo en el Zoncolan, monte de leyenda. Rampas duras, donde la bici se agarra, con hasta un desnivel del 22%. 3 escapados con 4 minutos de ventaja que se desfondaron, y un grupetto con ganas de guerra. Y hubo guerra. Se movió Nibali, Kreuziger y les siguió Antón. No fue un ataque duro, pero sí un ataque largo, sostenido, cogió unos metritos por delante. Contador le dejó ir y luego marcho él a su altura. Llegaron a él Nibali y Scarponi mientras los demás sufrían. Antón logró descolgarse definitivamente y se colocó cabeza de carrera en solitario mientras Contador le dejaba ir a Nibali, que tenía que asumir la responsabilidad para coger al vasco. Un gesto inteligente del pinteño, que no quiso desgastar más fuerzas de las necesarias hasta las últimas rampas, donde demarró dos veces hasta coger 6 segundos de ventaja sobre Nibali, con toda la montaña que aún nos queda por delante. Antón  ganó y se coloca tercero en la general a un segundo del Tiburón.

Mañana la etapa reina. Gardeccia. La cogeremos aún con más ganas tras el "hurto" del inédito Crotsis. El año que viene, posiblemente esa cima sea final en alto para evitar estos líos. Zomegnan la quiere en la carrera sí o sí. Pero a lo que vamos, Gardeccia mañana, con el Giau y el Fedaia antes, y otras dos montañas fuertes en una etapa larguísima, de 229 km desde Conegliano, pueblo natal del gran futbolista Alex Del Piero.

El martes, la crono escalada. Y por sí fuera poco, el Tonale y Aprica (cerca del Gran Mortirolo) el miércoles, Macugnaga el viernes y Sestriere el sábado. Con la crono de Milán el domingo. Mucha tela que cortar aún en este Giro de Italia, que merece un monumento a su tremenda propuesta del espectáculo y a su puesta en escena.

Lo que nos viene mañana va a ser fuerte. Tres grandes montañas, tres grandes espectáculos. A cual más conmovedora. Descensos muy arriesgados antes de llegar a Gardeccia. Nibali, Antón o Purito pueden aprovechar sus buenas condiciones en la bajada para lanzar un ataque, para obligar a mover a sus frágiles piezas a Saxo Bank, que hoy ha dejado con Jesús Hernández y Dani Navarro a Contador, mientras los demás no podían seguir el ritmo en cabeza y tenían que frenarse en reserva de energías para otros días. Cualquier otro equipo con más fondo de armario hubiera obligado a trabajar mucho más que hoy a Saxo Bank, que ha logrado controlar la carrera y no meterse en un buen follón a pesar de todo. Mañana es el día en el que Alberto tiene que verse arropado para no tener que desgastarse en múltiples ataques de los demás, que buscarán hacerle daño, buscarán ver si puede responderles a todos. Si Contador llega a Gardeccia fresco, o sin haber sufrido mucho, posiblemente sea el final de este Giro. Una subida corta pero explosiva, eso espera en Gardeccia. Mucho desnivel, muy fuerte. Para grandes escaladores. Todo un espectáculo.

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