A él le puede hacer mucha gracia cumplir el sueño de jugar en un equipo que le de la posibilidad de pelear por todos los títulos, que le muestre al mundo al máximo nivel futbolístico. Pero existen formas y formas de salir, y la de Agüero no se acerca en nada al agradecimiento o al respeto que le debe a la entidad que le paga el contrato que tiene firmado hasta 2014 y le permite a su familia vivir y en muy buenas condiciones. Al club que le trajo a Europa para que pudiera ganar dinero y obtener títulos y reconocimiento mundial, la internacionalidad con su país y la posibilidad de acudir al último Mundial. A la afición que le trata bien, muy bien, para la que ha sido un ídolo estos años y ahora ronda poco más que la condición de proscrito y traidor.
Muchos jugadores, en su ceguera de éxito, dinero, fama, un entorno preocupado por aislarlo de todo lo que le rodea para que sea una máquina de hacer dinero, más que una persona que disfrute de su profesión y asimile lo privilegiado que es; escupen hacia arriba con promesas falsas, tópicos de rueda de prensa muy manidos, besos a escudos que no sienten...aquel que dice la verdad suele ser muy criticado, pero odiamos más al hipócrita que nos tiene engañados y de golpe nos abre los ojos. El primero es el caso de un Forlán que siempre dijo que si llegaba una oferta la estudiaría y si beneficiaba a todas las partes, se iría del Atlético de Madrid, donde se siente muy a gusto y tiene contrato. El caso del que escupe hacia arriba es de Agüero, aquel que dijo que nunca iría al Madrid en pedo, ni nunca jugaría en equipos que comenzaran por R... y ahora todos se dan cuenta que fueron bravuconadas falsas e hipócritas de un tipo egoista, que sólo mira por él y sus intereses (como todos, por otra parte). Y este ha escupido claramente hacia arriba, sin saber que escupir hacia arriba terminar por salpicarte siempre...cuando no te cae de lleno.
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