Uruguay Campeona

Si hace 3 semanas nos hablan de la posibilidad de que Uruguay sea campeona, sólo unos pocos hubieran tomado a esa persona por cuerdo. En la que iba a ser la Copa América de Messi, de Neymar, de Kun, de Ganso, de Alexis...Apareció Néstor Fernando Muslera y dinamitó la competición, resultando decisivo ante Argentina en la tanda de penaltis. Días más tarde, Suárez reclamó su reinado y fue el decisivo Man of the Match frente a Perú, con sus dos goles. Y hoy, de nuevo en la final, abrió el marcador. Forlán lo remató. Uruguay grita por 15º vez que es Campeona de América. ¡Dios Salve al Orgullo Charrúa!

Y es que es totalmente cierto. Nadie se hubiera creído que Uruguay podría ser campeona como en 1987. Nadie pensaba que Argentina y Brasil se quedarían a la vez sin pisar las semifinales y rogando hasta última hora por el pase a cuartos. Nadie creyó que Messi y su homónimo en Brasil, que opositaban al MVP del torneo, se fueran sin pena ni gloria del Campeonato Sudamericano, el más antiguo del mundo por selecciones. Y por ahí aparecieron los líderes charrúas. Forlán y Suárez. El Zipi y Zape verdadero e indisoluble del fútbol mundial. El Rubio y El Moreno dispuestos a hacer travesuras con los zagueros rivales. Ayudados por un tremendo grupo de secundarios, a un nível encomiable en muchos casos. Cáceres, Álvaro González, Arévalo Ríos, Lugano, Muslera, Monito Pereira y Maxi Pereira...todos han peleado al lado de los dos cracks de La Más Linda, La Más Hermosa, La Celeste Del Alma para sumar la 15º Copa América.

Hoy en la final, Uruguay tiró de camiseta y jerarquía. Si ya durante el torneo se vió a un equipo organizado, con tres en el medio trabajando a destajo, con dos laterales larguísimos, de esos que no se encuentran en el fútbol europeo y son tan habituales en Sudámerica. Con un fútbol que costaba enlazar con belleza y elegancia, pero salía a trompicones. Salía por bravura, orgullo y la calidad que no falta nunca en Uruguay. Ya no está Francescoli, pero quedan dignos sucesores como Forlán y Suárez. Entre los dos le dan ese tremendo toque de distinción a Uruguay. Una lástima no ver a muchos más grandes jugadores uruguayos que se quedaron afuera de la lista y otros que no pudieron participar tanto en la Copa América como Cavani, Lodeiro o Abel Hernández. En una tremenda mezcla de poderío, brega y juego a ráfagas; todo en partes iguales, Uruguay mandaba a los 15 minutos con gol de Suárez, en una jugada de rebotes, definida con maestría por el Lucho. Incluso al minuto 2 reclamó penalti por mano de Ortigoza pero el brasileño Fagundes se borró de pitar.

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Paraguay era un manojo de nervios, ante una final histórica para los guaraníes, y se manejó mal en el panorama. Atrás no era tan sólida como en el Mundial, y los cambios del Tata Martino respecto a lo habitual no ayudaron a lo que buscaba Paraguay, presionar arriba a Uruguay. Todo o casi todo se jugaba en la mitad guaraní del campo. Y así, en un tremendo trabajo de presión de Arévalo Ríos, robó en 3/4 guaraní la pelota, para servir a Forlán, que de zurdazo se desvirgaba en esta Copa América y mandaba a la lona a Paraguay a falta de 3' para el descanso.

Paraguay salió con otra cara en el segundo acto, y buscó acercarse. Un remate de Valdez al palo y varias intervenciones de Muslera evitaron ponerle picante al partido. Uruguay lo dormió, con ese buen savoir faire tan típico de los charrúas, y en el 89' Forlán anotó el segundo particular, y el tercero uruguayo para cerrar el partido y el campeonato. Como en el 87' con Francescoli al mando, Uruguay volvía a ser campeona de América en Buenos Aires. Corren nuevos tiempos para la lírica uruguaya (mejor dicho para el fútbol). Como aquel año, Uruguay eliminó a Argentina del camino por el título.

Para un país que no alcanza los 5 millones de habitantes, tener 2 Mundiales, 2 Oros Olímpicos y 15 Campeonatos Continenatles es toda una hazaña, una PROEZA MAYÚSCULA. En Uruguay los chicos le aprenden a pegar al balón correctamente antes que a sumar o restar. Así salen futbolistas profesionales por doquier, por debajo de las piedras incluso. Toda una factoría que hoy ve como su trabajo tiene recompensa. Un nuevo título, algo que los uruguayos no saboreaban desde 1995, cuando ganaron por penaltis a Brasil su Copa América. El fútbol charrúa resurge. Hace un mes, Peñarol volvía a disputar la final de la Libertadores. La sub 17 se proclamaba subcampeona Mundial en México hace unos dias. Y hoy Uruguay vence en la Copa América. Dulce resurgir charrúa. Ahora toca refrendarlo en las eliminatorias.