domingo, 19 de junio de 2011

Argentina: Los dos contrastes


Mientras ayer era el último partido de Palermo con Boca Juniors en el campo de Gimnasia La Plata, enemigo íntimo de su querido Estudiantes de La Plata; River Plate se la jugó en su cancha contra Lanús por evitar la Promoción. Mientras Palermo (realmente Cellay anotó el segundo gol de Boca) condenaba a su rival particular a la Promoción; River perdía en el Monumental y jugará la Promoción contra Belgrano.

Grandes contrastes, en un año mediocre para ambos equipos. Boca no pudo aspirar a ganar ni Apertura y Clausura, ni siquiera estuvo cerca de lograrlo. 12º en el torneo Apertura y 7º en el torneo Clausura. Muy lejos de Estudiantes y Vélez, los que marcan la pauta ahora en Argentina. Boca pasa unos años en el desierto tras ganar el Apertura de 2008, y busca crear un equipo que reemplace al último gran Boca Juniors de Bianchi, Riquelme y Palermo.

Martín, ese gran goleador que ayer jugó su último partido. Y lo disfrutó como nunca. Jugó todo el partido. Y dió el pase del segundo gol a Cellay en el último minuto, en una falta colgada al área. Martín lo dejó sólo y celebró el gol como si fuera suyo, como una final por todo lo alto. Boca Juniors no se jugaba nada. El gol mandaba a Gimnasia a jugar el desempate contra Huracán. O Huracán o Gimnasia descenderán a la B y el otro tendrá que seguir jugándose la vida por salvar su puesto en Primera en una elminatoria de promoción.

El Loco, aquel que hizo goles con el menisco roto, de un cabezazo desde el medio campo, que las metía como fuera...que celebrando un gol se rompió tibia y peroné, que falló 3 penaltis en un partido de Copa América, aquel que en Boca era estrella y en Europa fue anónimo en Villarreal, Alavés y Betis. Genio y figura Martín. El hombre que marcó para meter a Argentina en el último Mundial. Aquel que marcó ante Grecia y todo el país lo festejó más que si fuera el gol del Campeonato. Un ídolo para toda Argentina.

En esa situación se encuentra River Plate. 4º en el Apertura de 2010. 9º en este Clausura. Pero le va a condenar a jugar la Promoción unos años 2008/09 y 2009/10 horrorosos. En los que apenas logró hacer puntos y este año está condenado a jugar la Promoción. 7 partidos sin ganar en el final del Clausura le condenan a jugarlo. Estos torneos cortos en los que impera la inspiración y el no fallar por encima de la regularidad. Cosa que cambiará el año que viene en Argentina.

Para River es tarde. Sumido en una grave crisis institucional, financiera y deportiva. Ya no aparecen los talentos de antaño. Los Saviola, Aimar, Higuaín, D'Alessandro, Ortega, Salas, Crespo...ya no reciben tan buenos sucesores. Lamela, Buonanotte, Funes Mori...no son lo mismo que los antecesores en el equipo, y cuando aparecen, vuelan de inmediato a otra parte por la necesidad imperiosa de River de dinero para hacer frente a su enorme deuda económica.

Los veteranos tampoco han salido muy bien parados de la jugada. Almeyda, Carrizo, Pavone...no han aportado todo lo que se esperaba de ellos en los Millonarios, y no han podido liderar al conjunto de Núñez hacia la salvación. Ahora todo queda en una eliminatoria fatídica de promoción, de donde saldrá el equipo que seguirá en Primera. River Plate o Belgrano. Toda una experiencia que los aficionados de River no hubieran querido tener nunca.

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